Y bueno, al final la intedezante historia del esclavo serzual misionero mormon fue llevada al cine… no como película de (literalmente) “acción”, sino que como documental llamado Tabloid (algo así como “prensa”) la cual es definido como la historia de una “ex miss Wyoming acusada de haber secuestrado a un joven misionero mormon”.
Filmada en 2010 Errol Morris (quien gano un oscar con su interesantísimo documental “Fog of War”acerca de Robert McNamara en 2003) lamentablemente carece de la calidad de esta. La película es bastante parcial y en la primera parte de ella, se dedica a seguirle el juego a la historia de Joyce McKinney, la cual es entrevistada ampliamente durante la película con el fin de contar su “historia de amor”.
La tesis de McKinney es que ella es una ultra inteligente, casta y pura ex reina de belleza que conoce al amor de su vida el cual le promete matrimonio un par de días después, pero que es “abducido” por su familia y la “secta de los mormones” los cuales le envían a una misión de lavado de cerebro a Inglaterra, a donde ella viaja para rescatarlo y aplicar el sexo como su estrategia de anti lavado de cerebro para recobrar al hombre del cual se enamoro locamente. Por cierto, según ella, luego de aplicar su particular tratamiento durante tres días el misionero vuelve a la razón y junto a ella se dirige a Londres para casarse, cuando es capturado nuevamente por los malvados mormones quienes le convencen (por medio del miedo y su familia) a testificar en el juicio de que el no había estado bajo consentimiento con ella, sino que había sido raptado contra su voluntad, etc. etc.
Para apoyar el punto de vista de Joyce acerca de “los mormones”, el director se apoya en una caricatura antimormona típica (un dibujo animado llamado “el mundo secreto del mormonismo” que con el puro titulo ya adivinaran de que se trata) y por supuesto, el “experto mormon”: Un ex misionero que ahora es activista gay. El no dice nada falso, pero una cosa es lo que dice, y otro como lo dice o lo da a entender, y evidentemente no será una posición muy neutral.
así que durante la primera parte de la película, queda como “claro” que la pobre Joyce fue una virtuosa mujer que hizo locuras, pero por amor, aun cuando hay cosas que no encajan bien cuando comienzan a dar su testimonio otros involucrados en la historia. El tema es que en la segunda mitad el documental se transforma en una historia de la rivalidad entre dos periódicos (tabloides, de allí viene el nombre de la película) respecto a como entregan la historia del “affaire del misionero mormon” descubriéndose que Joyce McKinney o es verdaderamente una “santa” o es una mitómana de cuerpo mayor. Y cuando hablo de mitómana, es mitómana a nivel supersayayin ya que uno de los periódicos descubre la verdad respecto a las fuentes de financiamiento de Joyce y sus gustos y actividades antes de conocer a Kirk Anderson, y en la cual, créanme, las palabras castidad y virtud no encajan por ningún lado.
así que la ultima parte se encarga de entre hacer papilla la veracidad de Joyce y mostrar la lucha entre los medios para presentar la historia, y bueno, el documental se pone fome (aburrido en chileno). De todas formas, nunca es un documental muy entretenido que digamos y en mi opinión la única justificación para haberlo filmado es simplemente lo bizarro de la historia. Por otro lado, a mi me sorprendió mucho como una persona puede llegar a ser tan mitómana como para creerse su propia historia completamente y sin ni una pizca de duda. Por cierto, en ningún momento se ve la versión o de miembros de la Iglesia o de Kirk Anderson, este ultimo ya que nunca nunca nunca ha querido volver a referirse mas del tema (de hecho, estoy seguro que cada día debe de pensar del malvado día en el cual conoció a esa mujer).
Y como nos deja la película a nosotros?. Bueno, la película puede ser encontrada hasta “tierna” para Joyce McKinney, la cual queda como loca, pero loca simpática, pero los mormones, aunque no quedan como los malos, si quedan como lo mismo de siempre: Raros con cerebros lavados (y esposas feas y gordas….), así que no es muy buena publicidad que digamos. De todas formas, es una película que tuvo una edición muy limitada y que solo ha sido distribuido por (ironías de la vida) el festival de cine independiente de Sundance (el cual se realiza a unos kilómetros de Salt Lake City, de allí la ironía), así que no creo que tenga una mayor repercusión.
Mirable por un mormon?. Bueno, excepto por un par de pechugas y fotos por ahí (que vienen de periódicos de la época así que no es mas que eso), puede ser vista si se tiene mayor curiosidad, pero no van a perder absolutamente nada si tampoco la ven, la historia original es mas que “intedezante” pero el documental no es mas que una vuelta al rizo mas. Lo interesante es que la película se puede encontrar ampliamente online con sus subtítulos en castellano simplemente dando una vuelta por Google pero si me preguntan a mi, fog of war es ciertamente mas interesante.
La nota de cumorah?: Solo dos moronis de cinco, no muy recomendable.
Bienvenido de vuelta, extrañaba mucho la pagina.
Se me hace que le das demasiada difusión a ese caso. Recuerdo que hace algunos años ya habías publicado esa nota. Pienso que hay temas más interesantes como el que unos misioneros se encontraron una huella de piegrande hace dos años en Canadá.
es simplemente por que justo vi la pelicula la semana pasada. Republique el caso para “introducir” a la critica de la pelicula, lo cual era el tema principal.
Lo de los misioneros tambien lo publicamos en su tiempo, solo que como no hicieron la pelicula 😉
“Intedezante”?