(fuente – punto mujer de el mercurio, recomendado por leya)
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La educadora de párvulos levanta la voz contra las políticas y creencias cada vez más extendidas que llevan a la mujer fuera de su casa cuando tienen hijos pequeños y los entregan al cuidado de otros. Asegura que se está provocando un daño invisible en ellos.
Jueves 10 de Septiembre de 2009
María José Errázuriz L.
Con extremada crudeza, su libro “¿Dónde estás mamá?” relata un nuevo síndrome que se extiende en los sectores altos, el ‘síndrome de María’. Aunque puede parecer una anécdota, su transfondo es mayor: los doctores de algunas clínicas afirman que desde hace un tiempo este síndrome se ha extendido y es fácil de detectar, basta con escuchar a una madre en la consulta del médico.
El profesional inquiere si el niño enfermo de 6 años ha tenido fiebre y la madre se da vuelta y le pregunta a su asesora del hogar, ¿María, el niño ha tenido fiebre?; luego el doctor consulta qué le cayó mal y la mujer repite, ¿María, qué comió que le cayó mal?. María, tímida, responde las preguntas.
La educadora de párvulos Marta Montaldo decidió levantar la voz en defensa de los niños y en un acto que denomina un grito de alerta revisó los costos que ellos están pagando por tener a sus madres fuera del hogar y ser entregados a otros en su cuidado.
“¿Dónde estás mamá?”, de editorial Catalonia, resulta duro a la lectura y aunque en el texto, Montaldo habla de las madres “no suficientemente buenas”, en el fondo se refiere a madres egocéntricas que replican sin cuestionarse el modelo actual de maternidad que impone la sociedad y en donde la teoría del apego está siendo abandonada.
Su mirada apunta a recuperar el sentido humanista para este mundo y dejar de la visión mercantilista que ve a los seres humanos como capital humano.
El punto de partida de su obra está en su labor como parvularia y dueña de una sala cuna y jardín infantil por más de 20 años. Cuando la abrió en 1978 con capacidad de 100 niños, tenía muchos pequeños en los años de jardín y muy pocos en sala cuna, principalmente hijos de obreras y estudiantes universitarias. Al pasar de los años, las cosas cambiaron, entre otras porque los colegios abrieron los niveles de pre kinder y kinder y su sala cuna comenzó a ser altamente demandada por madres profesionales de estrato medio y alto.
“No pude con la sala cuna”, dice con pena. “Había cosas que me llamaban la atención y no podía resolver; en esos niños veía cierta melancolía, tristeza. Aunque contraté más personal, este tema se me planteó como un desafío, no podía evitarlo. Una psicóloga amiga me dijo que leyera a Donald Winnicott y ahí entendí que eso era una tarea mayor en términos de estimulación, por la más sencilla de las razones de que yo no era la mamá”, cuenta.
En 2001 cerró la sala cuna y el jardín porque se le hizo cuesta arriba ver que cuando una madre iba a buscar a su hijo, éste se abrazaba a la parvularia o cuando lo iba a dejar, simplemente comunicaba que estaba todo en la mochila y salía rauda.
-¿Te hizo ruido que la sala cuna fuera agrandándose?
“Exacto. Pero además se sumó que al principio, los niños que iban llegaban sanos, sin ninguna complicación de salud, y en los últimos años, todos llegaban con pilas de remedios, congestionados, mal cuidados. Antes los llevaban las mamás y al final, cualquier persona. Me los empezaron a traer en mala forma y ahí empecé a preguntarme por qué todos tenían puff. Los llevaban de cualquier forma, pero no dejaban de llevarlos.”
-¿Así fue como llegaste a la conclusión de que las chilenas estamos siendo malas madres?
“A ver, espera, no es tan así. Si a ti, desde chica, te enseñan que es muy bueno mandar a los niños a la sala cuna porque los van a estimular y van a ser más inteligentes, te compras ese cuento. Si el imaginario social te cuestiona tu rol de madre y te dice que atroz porque te quedas en la casa, no es culpa tuya”.
-Ya, bajo ese modelo de sociedad es poco probable ser mala madre.
“Sí, que el modelo es malo no es culpa de las madres. Además se suma que ellas han invertido años en sus estudios y existe una competitividad terrible, entonces tienen miedo de quedar afuera”.
En este prisma, podríamos decir que la sociedad se ha ‘comprado’ un modelo que, a la larga, la va a dañar.
“Definitivamente, es destructor, no valoriza, ni siquiera prioriza al recién nacido, porque los niños no hablan, no pueden hacer huelga, no pueden decir basta, me están matando.
“Esto es angustiante si lo mira a futuro. El estrés, el hedonismo, el individualismo, la falta de comunicación hace que tengamos adicciones, niños que no están ni ahí. El futuro del hombre se define el los primeros años, antes de que comience el niño a hablar.
“Este tema no es menor, alguien tenía que gritarlo. Se habla siempre de la autoestima y todo está relacionada con el apego, con el período en que se estructura la personalidad”.
-¿El rol de la madre es realmente excluyente? ¿Qué pasa con los niños que pierden a la madre? Quieres decir que ellos están en desventaja.
“Es que lo están, qué más desventaja que haber perdido a la madre, lo es en sí y todo el resto va a depender si la madre sustituta puede penetrar en su alma.
“La naturaleza es sabia, sabe de las angustias que el niño va a vivir de tal manera que prepara a la madre para cumplir con su rol; la lleva a un estado de replegamiento que la aparta de todo lo que no sea el niño, el mundo exterior se acaba. Pero hoy, el marido la molesta, desde la clínica, porque quiere volver al mundo social y le dice arréglese mijita que la van a venir a ver. La madre hace de yo auxiliar del niño, él no sabe que existe y la madre es fundamental”.
-¿Por qué el apego no lo puede entregar el padre?
“Podría hacerlo si tiene desarrollado su lado femenino, pero no es suficiente. El padre debe proteger a la madre.
“Esto es lo que la naturaleza manda, el resto son acomodos, transacas que no funcionan”.
-En el libro hablas de la intrusión, que son las acciones que violentan al niño y su madre y pones como ejemplo los tradicionales consejos como no lo acostumbres a los brazos. ¿Estás por la maternidad intuitiva?
“No hay que atenerse a ninguna forma de crianza aprendida, la madre sabe todo. Una madre que se entrega, deja el mundo exterior, va a saber hacerlo en forma natural”.
-O sea, la bibliografía de ‘cuidado del bebé’ no tiene sentido. Muchas recurren a ellos porque quieren ser una buena madre.
“Tú no puedes enseñarle a una madre qué hacer. Estando las condiciones, no te metas, no interfieras, no le digas nada, no le des modelos. Lo único importante es que la madre se entregue porque el niño manda. Ella tiene que someterse a las necesidades de él y ellos hablan.
“Lo contrario es que la madre intervenga cambiándoles las papas porque tiene que salir, mudándolo antes porque quiere dormir, adapta los horarios del bebé a sus necesidades”.
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En su libro, Marta Montaldo hace una extensa investigación en salas cunas, maternidades, consultorios y hogares para conocer cómo estamos los chilenos cuidando a nuestros hijos. De los testimonios que entregan enfermeras, doctores, empleadas domésticas, cuidadoras, parvularias, la autora nos expone una cruda realidad.
Madres que quieren cesárea para no tener dolor, partos inducidos porque se van de viaje, no dar papa para no perder la forma de los senos, tomar ansiolíticos mientras se amamanta, contratar enfermera para el cuidado del bebé y partir al gimnasio, dejarle la guagua a la nana para poder dormir toda la noche. Y así, sume y sigue.
-Hoy, el gran debate está centrado en ‘la culpa’ que sienten las madres por trabajar fuera del hogar. ¿Por lo expuesto, no habría tal culpa?
“Sí, pero insisto el tema no es problema de la madre, porque a ella le han dicho que un parto natural o una cesárea es igual y que es mejor evitarse el dolor y el niño no va a tener sufrimiento fetal”.
-¿Apuntas a cambiar la corriente, entonces?
“Es decir, hay que establecer nuevas prioridades, valorizar lo que corresponde. Es mucho más trascendente el trabajo que hace una madre en el cuidado de su hijo que cualquier otro trabajo que pueda hacer fuera de la casa. Alguien tiene que decirlo y asumirlo en sus políticas públicas.
“Los costos los pagan los niños y ellos son el futuro, los chilenos”.
-Tu posición de la madre al cuidado del niño va mucho más allá de estar presente en la casa.
“Sí, puede estar en la casa pero no está ni ahí en la vida del niño. Tiene que estar con los ojos y las manos pegadas a la cuna. La naturaleza la prepara, pero el mundo la saca. Muchas siguen trabajando en el computador y eso la saca de su estado de replegamiento. Ellas dicen estoy aquí. No, no está y no se mienta más. Winnicott dice que una mala madre es la que está ausente de su función”.
-Es fuerte el testimonio de la empleada que dice trabajar todo el día, acostarse tarde y que le pasen a la guagua en la noche, lo que la lleva a no descansar y a levantarse temprano agotada.
“Aunque no lo creas es muy común y lo peor es que esa guagua está descuidada doblemente. Queda en tierra de nadie, es un objeto y un niño objetivado, por definición es maltratado y va a presentar patologías”.
Hablas de malas madres cuando se toma Ritalín en medio del amamantamiento. Otros hablarían de madre negligente.
“Es que el problema es que son los mismos médicos los que están entregando esas pastillas para dormir, es lo que llamo clientelismo. Es la sociedad la que está enferma”.
Marta Montaldo es categórica: “No estamos viendo el daño porque no es inmediato. Los padres se van a pasar años, después, tratando de repararlo, enviando al niño a terapia”.
-Tu libro plantea una revisión. ¿Algunos dirían que es reaccionario porque el mundo dice que la mujer tiene que salir al mundo y compartir su rol de cuidado de los hijos con el padre?
“Si ser buena madre es ser reaccionaria, soy reaccionaria.
“Eso es un pecado social y todo lo que signifique luchar porque los chilenos no sufran daños, vale la pena. Los niños requieren un defensor.”
Leya, me ganaste…
Leí este artículo esta mañana, lo encontré buenísimo, es lo que se nos ha estado enseñando siempre en la Iglesia…
El otro día escuchaba a un varón comentar que su esposa se sentía frustrada de estar en casa, que siente que los años en la Universidad fue un tiempo perdido y que no se siente realizada… que tristeza…
Yo confieso ser una de las tantas mujeres que trabaja, pero no lo hago por desarrollo profesional, amo mi profesión y me encanta lo que hago, pero amo mucho mas a mi hijo, y añoro el día en el que pueda estar con él en casa… tomamos esta decisión bajo ayuno y oración, y después de haber escuchado a Elder Uchtdorf en una conferencia de JAS en Chile animar a las mujeres apoyar a sus esposo a terminar sus estudios… y eso es lo que hago…
No hay día que no se me haga un nudo en la garganta cada vez que dejo a mi pequeño… sé que está muy bien cuidado, pero no como si fuera por su propia madre…
En 6 semanas más salgo con pre natal, y espero no tener que volver a trabajar, estamos trabajando para dejar todo listo a fin de que no me vea obligada a dejar a mis pequeños otra vez…
Las madres, podemos realizarnos mucho más en casa… hay tanto que podemos seguir aprendiendo allí…
Yo no trabajé hasta que mis hijos tenía 7, 5 y 2 años pero en ese momento tuve que ayudar a mi esposo con un ingreso más a la casa. Habia estudiado magisterio y aún sigo trabajando de docente. Ahora salgo de casa con mis niños y regreso con ellos, tengo una profesión en la que no les falto… Debemos enseñar a nuestras jovencitas a prepararse para estas contingencias de la vida con profesiones que no les demanden tanto tiempo o que puedan manejarlo ellas…
Excelente aporte, ya lo tengo guardado con mis documentos y libros especiales.
muy buen dato, ahora sería ideal que alguien pudiera conseguir el libro ” Dónde estas mamá”, el primero que lo tenga favor manifestarse
trabajé por un tiempo hasta que mi marido se gradúo en la universidad y pudo mantener a su familia, dos de nuestras hijas nacieron en ese tiempo, tuve la ayuda divina para encontrar las personas que me facilitaron el proceso , disfruté mucho el tiempo en que mis hijas estuvieron en casa y fui su mama-nana, ahora las extraño y el ocupar mi tiempo en ellas directamente…
amo el rol de madre y esposa…pero lo que nunca me gustó fue…ser dueña de casa, las tareas del hogar son agotadoras cuando tienes pequeñitos en casa, siempre tuve ayuda pero para mi son una lata soy sincera, creo no tengo alma de pionera.
me impacto lo que esta parvularia expresa, a los niños se les objetiviza
son cosas, a las cuales hay que darles algún cuidado mientras crecen, y mejor que lo hagan rapidito porque estoy muy ocupada con mi ombligo…
los niños pasan a ser un problema de orden colectivo, me tiene que ayudar mi mama, la nana, su papá, el jardín o sala cuna, la iglesia, el estado, porque nosotros sus padres solos no podemos, estamos super ocupados ganado dinero para que estudie en buenos colegios pagados,
para que vaya a la misión etc.
las manos y los ojos puestos en la cuna, …me gustó eso…es lo que el Salvador nos pide…Velad…
Velar por ellos un tiempo, el señor lo expresa diciendo: No has podido velar una hora?… y una hora es mucho para lo que significa en la eternidad el tiempo que criamos a nuestros pequeñitos…
Una cosa que he admirado de las mujeres SUD es la devoción que tienen hacia el hogar, muchas de ellas profesionales, mejor preparadas que sus esposos y que aún así se quedan en el hogar para criar a los hijos. Me gustaría casarme con una mujer así, que quiera progresar profesionalmente, pero a la vez, le guste el hogar y desee llegar a la presencia del Padre. Todas estas cosas con ciertas, al final de cuentas, cuando estemos en el juicio eso es lo que más va a importar. El Señor no nos va a preguntar: ¿Cuantas profesiones, diplomados, postgrados y maestrías tienes? Nos va a preguntar por los hijos que Él nos dio y que confió en que nosotros los educáramos…
Una acotacion.
Yo creo que el Señor SI nos va a preguntar por cuantas profesionales, diplomados, postgrados y maestrias tenemos, no por nada el profeta hace tanto énfasis en ese tema, tanto para hombres como para mujeres.
Sin embargo, creo que como todas las cosas, nuestra inteligencia debe ser utilizada con sabiduria. No sacamos nada con tener todos los titulos que se nos dan en el mundo, si no fuimos equilibrados y no hicimos las cosas en nuestro hogar tan bien como en nuestra vida cotidiana o profesiones.
Sin embargo, llegar a decir que una cosa no es importante ya que la otra lo es, la verdad, en mi opinion, no es muy correcto. El Señor nos juzgara por nuestro desarrollo en todo aspecto, y el espiritual es solo uno de ellos y muy mal aplicado si al final significo el dejar de lado los otros aspectos.
Recuerden, el Señor nos juzgara tanto por nuestra Fe como por nuestro Conocimiento, y esa escritura no es solo referida a temas espirituales.
Saludos 🙂
Yo tambien creo que el Señor va a preguntar lo de los estudios, pero no creo que esa pregunta esté dentro de las 10 primeras.
yo creo que no va a estar entre las 5 primeras, pero para mi definitivamente si va a estar entre las top ten.
Sin embargo, no creo que la evaluacion sea por el nivel academico (si se alcanzo licenciatura, master o doctorado, en cuyo caso el puro frank se salva), sino que en relacion a como utilizamos nuestros talentos, en todo aspecto.
Obviamente esto indica que si alguen tuvo un PhD no es mas que alguen que saco la secundaria, sino que es mas alla y va en que nivel uno se sacrifico y realizo su parte para lograr la mayor educacion que pudiese tener, de acuerdo a sus posiblidades y de esta manera poder bendecir a su familia y a sus semejantes.
Cuando lei el comentario que dio origen a esto mi primer pensamiento fue a la parabola de los talentos, mi pensamiento va en esa direccion, en que estoy seguro que se nos pedira rendir cuentas en como hemos magnificado o rendido frutos de los talentos que el Señor nos ha dado a cada uno de nosotros, en todo aspecto.
Saludos 🙂
Y que pasa con las madres que nos vemos obligadas a trabajar? ya sea por malas decisiones del pasado o por divorcio etc?
Lo dijo el Presidente Hinkcley ” Hagan lo mejor que puedan” Cada una vive diferentes realidades, el Señor nos ayuda cuando ve nuestro esfuerzo y seguro que si una mamá tiene que trabajar y es fiel el Señor va a hacer quq sus hijos no la extrañen tanto…
es un temazo este… en donde el equilibrio es fundamental…. mi esposa es educadora de parvulos, y en conversaciones ella me cuenta de como el hecho de tener a disposición salas cunas y jardines infantiles objetiviza muchos más a los niños y bebes, y da pie para mal justificar la ausencia de la madre y a veces de ambos, es como lo que la autora llama como “clientilismo”. muchas veces estos jardines, hacen lo sea, para generar más ingresos para su negocios, llegando a flexibilizar incluso los horarios a tal manera que un niño puede entrar a las 8.00 AM y salir a las 9.00 PM…. imaginense estamos hablando de 12 hrs sin ver a tu hijo…es mas,a veces extienden su servicio a sabados y domingos, lo que menozcaba a un más la importancia de asumir el rol de madres… mi esposa me comentaba que incluso habían padres que por el hecho de querer salir en pareja o digamos “sin complicaciones” dejaban a sus hijos durante los fines de semana, en aquellos jardines justificandose la mayoria por tener que trabajar… así vemos que algo que puede ser tan util para la sociedad, se distorsiona y se la asigna funciones que no son parte de la mision de estas entidades.
lamentablemente, muchas de estas experiencias fueron vistas por mi esposa en tiempos que tuvo que ayudarme para aligerar la carga en momentos de crisis económica en nuestro hogar… donde tuvo que sacrificar mucho. sin embargo, agradezco a Dios de que ella no ha perdido nunca de vista, la importancia por asumir su rol divino de madre…
es por ello que soy partidario de que las mujeres trabajen, siempre y cuando sea necesario, y como alguien dijo por ahi, que sea una desicion que sea tomada bajo oración y por que no ayuno también….
es logico pensar que esta es una herramienta mas que el diablo utiliza para destruir los cimientos de la familia, la misma autora dice, cuando señala “Una madre que se entrega, deja el mundo exterior”, el tema es evitar que lo logico del mundo interfiera con los roles divinos que debemos cumplir….
Gigi
Yo me he preguntado lo mismo, y el otro día encontré una cita del Elder Oaks que me fortaleció mucho:
“Además, algunas mujeres que desean dedicar todo su tiempo a la maternidad y al hogar, se han visto forzadas a entrar en las filas de los que trabajan en empleos regulares; pero esas frustraciones son sólo temporales, pues el Señor ha prometido que en la eternidad no se negará ninguna bendición a aquellos de Sus hijos que obedezcan los mandamientos, sean fieles a sus convenios con Él y deseen lo correcto.
Muchas de las privaciones más serias de la vida terrenal se compensarán en el Milenio, que es el tiempo en que se cumplirá todo lo que haya quedado incompleto en el gran plan de felicidad para todos los hijos de nuestro Padre que sean dignos; sabemos que eso sucederá con las ordenanzas del templo; y también creo que sucederá con las relaciones y experiencias familiares”
Estoy totalmente de acuerdo con el artículo, es triste escuchar a una madre decir que n o nació para estar en su casa cuidando hijos. O peor aun escucharlas decir que no quieren tener hijos porque quieren desarrollarse ellas personalmente. Creo que la única manera que tiene una mujer de desarrollarse personalmente en esta vida es en su lugar (junto a sus hijos) claro que hay madres que deben trabajar, pero una cosa es tener que hacerlo y otra muy distinta cuando no quieren dejar de hacerlo. Ahí es donde vemos donde está su corazón. Con respecto al estudio, si bien es muy importante que lo tengamos u obtengamos. Lo que yo creo que el Señor nos va a preguntar es que hicimos con las oportunidades que nos dio de crecer tanto espiritual como temporalmente, si malgastamos nuestro tiempo o si realmente buscamos lo virtuoso, bello, de buena reputación, y digno de alabanza, o solo nos dejamos llevar por lo que el mundo nos ofrecía ignorando nuestro verdadero propósito en la tierra.
Mi mamá es enfermera y trabajaba en prematuro que es donde van los bebes cuando nacen antes o con problemitas y me comentaba que un bebe que era visitado y estimulado con cariño de su madre crecia y se mejoraba muchisimo mas rapido de lo que lo hacian a los que no se visitaban aunque las enfermeras les daban cariño para estimularlos. Eso ni hablar que los profesionales dicen lo importante que es para un niño y adolescente saber que en su casa cuando llegue siempre va a estar su mamá. porque siempre llegan con ganas de contar lo que les paso, pero si llegan y estan solos o hay una niñera. A quien le vana contar esas cosas? saludos
La Proclamación del Mundo Para Familia tiene todo, da la regla general en cuanto a la labor principal de la madre, pero también contempla las situaciones excepcionales cuando señala “las incapacidades, la muerte u otras circunstancias pueden requerir una adaptación individual”, eso creo que es la respuesta para Gigi.
La cita de Elder Oaks que cita Dalila, apunta en ese sentido, él lo vivío en carne propia ya que su madre se vio forzada a trabajar puesto que quedó viuda con dos pequeños hijos. Esa claramente es una situación que amerita una adaptación.
Yo creo que el problema se genera cuando ampliamos el concepto de necesidad, y para mantener cierto nivel de vida creeemos que estamos en la necesidad.
Mi esposa tambien es educadora de párvulos, tenemos la bendición de que uno de nuestros hijos es su alumno en el jardín público donde hace clases, durante la jornada del día en que el otro está en la escuela. Ella siempre me cuanta con pena lo mismo que observa la educadora autora del libro, incluso me ha dicho que en algunos jardines subencionados, le esconden a los padres sobre las enfermedades de sus hijos para evitar que falten, así no pierden la subención que se da por asistencia.
Bueno, por último como hombre, padre y esposo, reconozco que tenemos la gran responsabilidad de trabajar duro, cuidar nuestro empleo, tener seguros, y estar constantemente estudiando y mejorando para poder ser proveedores suficientes y no hacer sentir a nuestras esposas que su trabajo en el hogar no produce, sino todo lo contrario, de esta forma se sentirán menos obligadas a tener que dejar el hogar y a los niños.
Es dificil comentar el tema sin caer en la propia historia pero visto el tema desde una madre sola que trabaja, quiero precisar algunas cosas que a mi me influyeron mucho
1. Mis padres, ambos con escasa instrucción formal fueron capaces de revertir sus propias historias y no repetir muchos de los errores que cometieron con ellos (y no fueron pocos) y esto porque los propios niveles de apego tienen una enorme influencia a la hora de criar los hijos
2. Crie sola y eso siendo una desventaja, también determina que uno crie “a su manera”, mis padres, excelentes abuelos que me ayudaron a criar pero no hicieron el trabajo por mi, jamás traspasaron mi autoridad materna y por lo tanto mi hijo siempre supo quien tomaba las decisiones respecto de él.
3. Como madre de un niño oncológico aprendí el valor del tiempo juntos y no acepté extender mis horarios de trabajo más allá de lo necesario aunque ganara más dinero,
4. Aprendí a manejar el dinero para no tener deudas que no fueran inevitables, para no tener que trabajar más de lo necesario, a la fecha ni siquiera manejo tarjetas de crédito, no tengo todo lo que deseo pero si todo lo que necesito para estar bien. (el diezmo es el mejor seguro económico que existe)
5. Las tareas de casa son postergables pero no los hijos. (puedo vivir perfectamente sin hacer la cama todos los días)
6. Las madres que trabajamos sentimos algo de culpa por no estar con ellos pero eso no justifica relajar las normas de crianza y no ponerles normas. Hay un equilibrio para todo
7. Las mujeres deben tener instrucción suficiente para poder mantenerse económicamente solas si ello es necesario, yo pude salir adelante porque tenía las herramientas para eso.
8. Por último creo que lo más importante para un buen apego es la disposición que uno tiene para los hijos, no basta que le diga que lo quiero, debe notarse. Si es un bebe satisfaceré sus necesidades básicas, lo estimulare y le haré cariño siempre porque eso nunca está demás, si es pequeño, veré monitos animados con él, aprenderé las tres evoluciones de los pokemon, y hablaré con él de sus temas, cuando es adolescente negociaré lo que pueda antes de imponer mi autoridad (las mejores conversaciones son cuando escucho 70% y hablo 30% o menos) y tendré la sufifiente paciencia para decirle 6 veces que vaya a comprar el pan antes que él vaya, sólo porque los adolescentes son así.
Ya me vivi casi todas esas etapas y fui creciendo con él
Un buen apego es el piso emocional que uno tiene para enfrentar la vida, tener hijos es como construir una pieza puedes pintarla de bonitos colores pero si el radiel esta chueco, le falta cemento o quedo mal hecho es muy dificil de reparar, puedes cambiar el piso pero el radiel sigue siendo el mismo. En el fondo yo creo que depende de cuanta prioridad les damos en la vida y de disfrutar de estar con ellos, y eso lo notan
Muy buenos comentarios, gracias por sus experiencias. Soy una madre joven y me ha fortalecido mucho el leer sus comentarios…
Mis padres se separaron cuando yo tenía 8 años, y mi madre se vio obligada a trabajar… años después el Señor le bendijo con un excelente hombre (para mi, él es mi padre) y pudo dejar de trabajar… nunca le he reprochado a mi madre que haya tenido que salir a trabajar porque comprendí las circunstancias para ello… pero no le he podido negar que me hizo mucha falta… El tiempo que recuerdo con mas cariño fue aquel en que estuve con ella en casa, ya estaba grande, fue durante mi adolescencia, y me encantaba llegar de mis actividades diarias y ver en casa a mi madre y conversar por horas…
Concuerdo con lo que dice Alma, una cosa es tener que salir a trabajar y otra es simplemente no querer dejar de hacerlo… una amiga SUD no podía creer que lo único que deseo es dejar de trabajar… y ella me decía que no estudió 5 años para quedarse en casa… ahora ella espera un bebé, quizás cambie de opinión…
PD: como que a alguien ya no le caigo bien… me ponen puntitos negativos por todo… que maaaaaaaaaaaaaaaaal… =P
No importa Dalila, yo te pongo puntitos positivos, a mi me caes bien y casi siempre estamos de acuerdo. 😉
Jajajaja… gracias!!!
😉
jajajajajaj Dalila , que no te importe yo nunca miro los puntitos, y no se porque aveces no puedo votar, una mano negra me blokea
Es un gran tema, es una realidad, soy madre cbeza de familia y daria lo que fuera por cuidar de mi hijo, pero no por el trabajo abandono la Iglesia y cumplo con dejar sembrada la semilla a mi angel hermoso mi Hijo Juan José. Gracias Admin estos temas nos ayudan mucho y saludes a Barbi
Genial.. indiscutible.
Para las que se rehuyen sus responsabilidades un guillotina :[ :[ y para aquellas que TRABAJAN DOBLE porque les tocó pesado, les envío un baño de burbujas, para que recuperen energias. 🙂 🙂
Conversando con una amiga me dijo “… lo ideal es que no tengas que trabajar… (hasta alli TODO bien y agregó) o sea, que encuentres UNO QUE TE MANTENGA…” y la verdad es que me molesto tanto, tanto, tanto que no pude ni siquiera seguir con el tema de conversacion.
La expresion “QUE TE MANTENGA” me parece de una falta de… no sé, cultura, educación, TTC, hasta poco propio de una SUD. MAs alla de que mujeres flojas hay en todos lados. Si yo formo familia y mi esposo es el proveedor lo que MENOS quisiera oir es esta odiosa frasecita, personalmente creo que ni de broma deberiamos usarla a pesar de que a ella misma, en este caso, la deja como “mantenida”, pero despues su esposo como maestro en una clase utilizó la misma frase como broma a una pareja de novios.. yo pensé “claro…por eso algunos tienen tan mala actitud frente a la idea de casarse”.
¿como podemos expresarnos así? Tan desatinadamente. Las Escrituras dicen que Adan y Eva se afanaban JUNTOS… ¿que es lo distinto ahora? Será porque si la mujer no aporta con plata, no trabaja ??
Oir de alguien con conocimiento en el Evangelio decir que la esposa al quedarse en casa para velar por la crianza de sus hijos y que por bendicion tiene un marido que provee y cumplen fielmente con lo que el Señor espera es bonito, es inspirador y motivo de alegria, pero mata todo eso cuando la misma persona promueve consciente o inconscientemente la idea de que se es “una mantenida”.
Cualquiera que piense que los quehaceres domesticos se hacen en 15 minutos y de ahi en adelante es puro flojear… o nunca ha vivido solito (sin nana) o siempre ha vivido con mami.
La tareas en una casa por pequeña que sean nunca terminan, todos tienen horario de trabajo menos la dueña de casa, cuando todos llegan a casa para descansar, su horario se extiende para calentar comida, servir, revisar tareas, ropa limpia, bañar, vestir, arropar, conversar, escuchar… etc etc… ser esposa y compañera. Nadie paga vacaciones, ni feriados, ni aguinaldos.
Claro que son tiempos de que mamá trabaje en casa, y no afuera, siempre lo han sido, que bueno cuando esto posible. Pero para eso debemos promover el concepto de “trabajo en casa” y no “quedarse en la casa” porque incentivamos a que se mire tal sacrificio como poca cosa.. “ah, es dueña de casa, la mantiene el marido.”, “es floja, si podria trabajar para que pudieran tener mas cosas..”
Una mujer puede educarse muchisimo al mismo tiempo que vela por su familia, mas alla de titulos o diplomas, hoy por hoy el acceso a la educacion viene por muchos medios y alternativas, y por cierto, en determinado momento nuestros talentos naturales , los dones del Espiritu y toda otra ayuda divina vendran, florecerán… si asi lo requerimos, Él nos ha prometido que jamás nos abandonará si nos allegamos a Él. Doy testimonio de eso.
Jeannette… soberbia… ud tiene las cosas MÁS que claras.
Que NPC le bendiga y no se sienta culpable, El Señor ya cargó una vez con el peso de nuestra culpas, eso la incluye a ud., esa energia ahorrada le será util para renovar fuerzas, en serio. 🙂 🙂
Saludos
pro que la mama, de los chico no ban a Trabaja eya jajajajajaja