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Bueno, esta pregunta es muy interesante entre los santos y genera, como en este tipo de interesantes preguntas, varias respuestas. La primera vez que lo publique en cumorah fue hace mas de dos años luego de ser conversado durante la reunión del Quorum de Elderes, reunion en la cual el maestro consultó: “Hermanos, qué es más importante?. La familia?, el Trabajo o la Iglesia?”, a lo que la mayoria respondió: Familia > Iglesia > Trabajo.
Me llamo bastante la atención la respuesta asi que converse del tema con un ex líder de área quien me dio su opinion acerca del tema. Entonces, ¿Qué es más importante o mejor para dársele prioridad: un trabajo o un llamamiento…?
El orden aconsejado de prioridades es el siguiente:
- Dios. A El se debe amar por sobre todas las cosas, eso implica obedecer sus mandamientos y convenios, vivir la cultura del evangelio.
- Uno mismo. Eso quiere decir que uno debe velar por su propio bienestar, tanto espiritual como temporal, intelectual, emocional, físico, etc. Es necesario estar bien para poder cuidar de otros. No se puede dar lo que no se tiene.
- Tu familia. En el caso de los casados aquí viene el cónyuge, luego los hijos.
- El trabajo. De ello depende nuestra autosuficiencia; con ello podemos alimentarnos, vestirnos, ayudar a otros, etc.
- La Iglesia. Aquí se entiende el llamamiento. El individuo, si tiene habilidades, deseo, recursos, y tiempo disponible, puede tener uno u otro llamamiento. No importa el llamamiento en el cual servimos, sino cómo servimos.
Adicionalmente, en la misma conversacion, el lucho ahumado explico el siguiente argumento a una persona que creia que lo mas importante era el trabajo. Ahumada dijo lo siguente:
Fenix>el llamamiento… obvio
NekNet>>No, no siempre es asì, aunque suene raro.
L.Ahumada>>>Cierto, en realidad es exactamente al revés de lo que piensa Fenix. No se trata de dar el tiempo que nos sobre a Dios, se trata de cumplir con nuestras obligaciones laborales en primera instancia acomodando nuestras actividades de la iglesia al trabajo. Sin embargo, debemos tener el concepto que nosotros trabajamos para vivir, y no vivimos para trabajar. De todas maneras podemos escoger entre un trabajo que nos permita servir adecuadamente en la iglesia y que no necesite que trabajemos los domingos.
Saludos, Lucho
Finalmente, y en pro de la pluralidad, un usuario de cumorah hizo la siguente contribucion, la cual expone un punto de vista a primera vista diferente a los anteriores
Escrito por jmpalma el 2006-09-12 17:51:59
Title: Overcoming Society’s Assaults on the Family
Speaker: David A. Christensen
Event: Family Expo 2001 Theme: Proclamation to the World
Date Given: April 2, 2001
September 05 2006 10:00 am (www.byutv.org)
PRIORIDADES
1- PROPIO BIENESTAR ESPIRITUAL
2- ESPOSA (O)
3- HIJOS
4- LA IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS ULTIMOS DIAS
5- PROFESION O ESCUELA
6- RESPONSABILIDADES CIVICAS
Viendo Byu tv encontre esto, es traducción libre por mi parte, y para mi pareció muy correcto lo que este hermano ha dicho al respecto, agregar la escritura Mateo 6:33 y exponer mi pensamiento que estoy de acuerdo en que nuestros llamamientos son mas importantes que nuestros trabajos, ya que, sabemos que en algún momento se nos pedirá consagración completa de acuerdo al convenio que algunos hemos hecho.
Leyendo este articulo me recordo inmediatamente un mensaje que debi compartir en mi barrio y tiene absoluta relacion con el tema. Basado en las enseñanazas y consejos de un Apostol Elder M. Russell Ballard.
Habla del ser prudentes en cómo servimos, en cada decision al respecto que tomamos y que en resumen nos nos dice “este es el orden de prioridades que deben aplicar” sino que, segun entiendo todo a su tiempo, en su justa medida y, por sobre todo, con mucha PRUDENCIA.
Como dice Admin yo tambien creo “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”
Muchas veces para nuestro progreso y bienestar espiritual se requerirá que dejemos de mirarnos el ombligo, como yo digo, y brindemos servicio, asi vendran experiencias espirituales que redundaran en gozo, testimonio y progreso y… no se siente eso cuando estamos bien espiritualmente??
Cito textual :
“A veces las exigencias familiares requerirán nuestra plena atención; otras veces las responsabilidades laborales serán lo primero, y habrá ocasiones en que así será con los llamamientos en la Iglesia.
“El buen equilibrio se logra al hacer las cosas en el momento propicio, sin demorar nuestra preparación ni aguardar al último minuto para cumplir con nuestras responsabilidades.”
Elder Ballard nos da 6 puntos claves para buscar el equilibrio en nuestras decisiones y hasta habla del sentimineto de culpa que a veces surge en nosotros.
Y termina resumiendo en algo muy sencillo, siguiendo el consejode Jacob:
“… sean prudentes con sus familias, sean prudentes al cumplir con sus llamamientos en la Iglesia, sean prudentes con su tiempo y al equilibrar todas sus responsabilidades.
¡Oh sean prudentes, mis amados hermanos y hermanas! ¿Qué más
puedo decir?” (Conf. General Octubre 2006)
Saludos!!
Me parece interesante el concepto de Admin, incluso me pone a reflexionar en mi propio proceder al respecto, es decir, me pregunto para mi que es mas importante, a decir verdad, ultimamente he tenido que trabajar los Domingos aunque se supone es mi dia libre, soy presidente de los hombres jovenes de estaca y quiero ser un buen ejemplo, mis lideres me comprenden y me aconsejan que tengo que seguir obedeciendo a mis empleadores a veces pienso en renunciar y poner un negocio donde yo tenga mi propio horario, pero tambien pienso en que si yo hago mi mejor esfuerzo por cumplir con mi llamamiento las cosas van a salir bien, pues el Señor no da mandamientos que no podamos cumplir.
En la reunión mundial de capacitación de líderes del 21 de junio de 2003, el presidente Gordon B. Hinckley nos enseñó que como poseedores del sacerdocio tenemos una responsabilidad cuatripartita. Él dijo: “Cada uno de nosotros tiene una responsabilidad cuatripartita. Primero, la responsabilidad para con nuestra familia. Segundo, la responsabilidad para con nuestro empleador. Tercero, la responsabilidad para con la obra del Señor. Cuarto, la responsabilidad para con nosotros mismos”Esas cuatro áreas de responsabilidad son vitalmente importantes.
El presidente Hinckley dijo: “Es fundamental que no desatiendan a su familia. Nada de lo que tienen es más valioso”
En cuanto a la responsabilidad que tenemos con nuestro empleador, el presidente Hinckley dijo: “Tienen una obligación. Sean honrados con su empleador. No realicen trabajo de la Iglesia en el tiempo remunerado por él”
También nos recordó que nuestro empleo nos permite velar por nuestra familia y ser siervos eficaces en la Iglesia.
Gordon B. Hinckley, “Regocijémonos en el privilegio de servir”, Reunión mundial de capacitación de líderes, 21 de junio de 2003, pág. 23.
ADEMAS:
“PORQUE EL QUE NO SABE GOBERNAR SU CASA, ¿CÓMO CUIDARÁ DE LA IGLESIA DE DIOS?” 1 Timoteo 3:5
Me encanto este orden porque es el que yo manejo para mi propia vida.
Mi propio bienestar espiritual que tiene tres anclas a tierra, mi relación con Dios, conmigo misma y con mi hijo
MI familia porque soy parte de una familia con tendencia a ser aclanados, ellos son el primer punto de apoyo para cualquiera de nosotros
Mi responsabilidad con la iglesia, soy maestra, y es el mejor cargo que he tenido (casi el único) Reconozco participar en las cosas espirituales, no así en las de tipo social, ahí soy mala para asistir
Mi profesión, y reconozco que trabajo en algo que me entretiene, tiene sus cosas poco entretenidas pero en general lo paso bien y cubre mis necesidades y no trabajo horas extras para equilibrar con el resto de las cosas
Responsabilidades cívicas, acabó de terminar mi período de presidenta de la asociación de trabajadores, no repostulé no porque no me guste sino para facilitar el juego democrático y la incorporación de nuevos compañeros a la directiva
Bien, el recuento me dice que andaba ordenada por lo menos en eso…jajaja. Gracias Admin por estos temas que te dan la posibibilidad de revisar la vida
Gracias
Me gusta mucho este orden de prioridades, personalmente he visto a miembros caer en el error de poner a sus llamamientos en primer lugar. Por ejemplo: Una persona que trabaja de lunes a viernes, es correcto que pase un sabado y domingo completo en la Iglesia. ¿Donde queda el tiempo para compartir con su familia?
gracias KATRIEL eSCRIBANO
Tenemos revelaciones constantes con nuestros actuales profetas ellos nos aconsejan como debemos dar prioridad en nuestras vidas
el presidente Gordon B. Hinckley, nos dio la clave para equilibrar nuestras responsabilidades, en la reunión mundial de capacitación de líderes que se realizó el 21 de junio de 2003.
Establecer el debido orden de prioridades:
1. Su compañero eterno
2. Sus hijos
3. El proveer para su familia
4. El prestar servicio en la Iglesia
La forma en que empleemos el tiempo y en que conservemos el equilibrio en la vida es fundamental para la forma en que cumplamos con nuestros deberes familiares y con nuestro servicio en la Iglesia. Disciplínense para seguir el consejo del profeta sobre el modo de decidir el orden de prioridad de su tiempo.
Su compañero eterno
Para comenzar, analicen con su compañero o compañera eternos cuánto tiempo les hace falta estar juntos para fortalecer su matrimonio y demostrarse el amor que se tienen el uno al otro. Eso tiene prioridad absoluta.
La Iglesia está para ayudar a las personas y a las familias a venir a Cristo y alcanzar la vida eterna. La vida eterna es el máximo de todos los dones de Dios a Sus hijos, y ésta sólo se alcanza por conducto de la relación familiar, la cual debe comenzar con la unión entre marido y mujer, que es sagrada para el Señor y que no debe tratarse con liviandad. El convenio del matrimonio es imprescindible para el plan del Señor y es el propósito por el cual Él creó los cielos y la tierra. En todas las épocas de la historia, Él ha dado Su ley divina para amparar y proteger la santa unión entre marido y mujer.
Sus hijos
Segundo, tengan en cuenta las necesidades espirituales de sus hijos. ¿Cuánto tiempo es necesario para que estén seguros de que están cerca de ellos? Ustedes tienen la responsabilidad, como padres y madres, de fijar el tiempo adecuado para enseñarles, puesto que la instrucción más importante que los hijos recibirán en la vida debe provenir de sus padres. Debemos estar al tanto de lo que la Iglesia esté enseñando a nuestros hijos a fin de hacer concordar esa enseñanza con las instrucciones que demos a cada hijo o hija. Por ejemplo, en el folleto Para la fortaleza de la juventud, en la cita que se hace de la proclamación sobre la familia, se da a la gente joven el siguiente consejo acerca de la familia:
“Hay más posibilidades de lograr la felicidad en la vida familiar cuando [ésta] se basa en las enseñanzas del Señor Jesucristo. Los matrimonios y las familias que logran tener éxito se establecen y mantienen sobre los principios de la fe, la oración, el arrepentimiento, el perdón, el respeto, el amor, la compasión, el trabajo y las actividades recreativas edificantes”4.
Y el consejo continúa así:
“El ser parte de una familia es una gran bendición. Tu familia te puede proporcionar compañía y felicidad; te puede ayudar a aprender principios correctos en un ambiente de cariño, y a prepararte para la vida eterna. No todas las familias son iguales, pero cada una de ellas es importante en el plan de nuestro Padre Celestial.
“Haz lo que esté de tu parte para crear un ambiente feliz en el hogar; sé alegre, servicial y considerado o considerada para con los demás. Muchos de los problemas que surgen en el hogar resultan porque los miembros de la familia dicen palabras hirientes y actúan de manera egoísta; ocúpate de las necesidades de los demás miembros de la familia; trata de ser un pacificador o una pacificadora en vez de fastidiar, pelear y discutir. Ten presente que la familia es la unidad más sagrada de la Iglesia”5.
El proveer para su familia
En el tercer lugar de prioridades, el deber más importante es proveer para nuestra familia. Cito otra vez lo que dice la proclamación sobre la familia:
“Por designio divino, el padre debe presidir sobre la familia con amor y rectitud y tiene la responsabilidad de protegerla y de proveerle las cosas necesarias de la vida”6.
Tenemos que adquirir de continuo conocimientos prácticos a fin de poder ganarnos la vida. En este mundo cambiante, debemos estar al día en el arte del saber, o los conocimientos que tengamos quedarán obsoletos. Aunque estemos ocupados en las asignaciones de la Iglesia, no perdamos las oportunidades de superarnos y de mejorar de ese modo el bienestar de nuestra familia. Eso nos requiere invertir el tiempo y la reflexión adecuados para prepararnos para el futuro.
Ese consejo se aplica tanto a las hermanas como a los hermanos. Aun cuando la responsabilidad de proveer para la familia pertenece principalmente al padre, en la proclamación se indica que las “incapacidades físicas, la muerte u otras circunstancias”7 también pueden requerir que ustedes, hermanas, empleen y aumenten sus conocimientos para proveer para su familia.
El prestar servicio en la Iglesia
En el cuarto lugar de nuestras prioridades, está nuestro deber con respecto al tiempo que dedicamos a las actividades de la Iglesia. Las familias Santos de los Últimos Días activas en la Iglesia valoran el tiempo que dedican a ésta y acomodan su vida familiar para hacerle lugar.
Los líderes deben tener muy presentes, sobre todo, las diversas situaciones familiares cuando extiendan llamamientos y creen así expectativas. Es muy probable que, en particular, el padre y la madre de hijos pequeños que tienen llamamientos que les exigen mucho salir de casa, lleguen a pensar que sus actividades en la Iglesia interfieren en su vida familiar. Los líderes de la Iglesia podrán ayudar en eso si reconocen y apoyan los esfuerzos que hacen los miembros por equilibrar el servicio a la Iglesia con sus responsabilidades familiares.
para cualquier duda visiten
http://www.lds.org/library/display/0,4945,6562-1-3363-12,00.html
El presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008) enseñó un modelo que conduce a confiar en el Señor y depender de Él en vez de nosotros mismos. Dijo: “Cada uno de nosotros tiene una responsabilidad cuatripartita. Primero, la responsabilidad para con nuestra familia. Segundo, la responsabilidad para con nuestro empleador. Tercero, la responsabilidad para con la obra del Señor. Cuarto, la responsabilidad para con nosotros mismos”.