Si me siento indigno, debo abstenerme en participar de la Santa Cena?, o debo participar “igual nomas”?.
La pregunta puede parecer extraña, pero hace un par de semanas alguien me hizo tener esa duda.
Resulta que mi creencia tradicional es que cuando uno llega el domingo a la capilla, por determinadas circunstancias hay días en que uno preferiría no participar de la Santa Cena debido a situaciones no resueltas. La mayor parte de las veces no son tan graves como para ameritar ir al obispado, sin embargo uno generalmente sabe cuando es digno y cuando aun falta algo mas de arrepentimiento.
Evidentemente sabemos con que justificamos esta situaciones: Juan 6:54 nos explica que quien “que come y bebe indignamente [de la cena], juicio come y bebe para sí”. El Libro de Mormon y DyC también son bastante claros al explicar que las personas indignas no deben participar de la Santa Cena, por lo cual, la generalidad de los santos, cuando enfrentados a las bandejas del pan y el agua se dan cuenta que no están en un estado muy “santo”, prefieren abstenerse de comer o beber los emblemas de Cristo hasta que solucionen su situación, en forma personal, o en los casos mas graves, con la ayuda del obispo.
El cuento es el siguiente, me encontraba feliz de la vida en mi capilla escuchando una clase sobre un tema X cuando alguien salio con esa duda. Alguien hizo la consulta, un par de hermanos de sapiencia comentaron al respecto y luego para salir de la duda se le pregunto a la “autoridad” presente acerca del tema. Este respondió algo así como que ningún miembro estaba autorizado a negarse a si mismo la Santa Cena, que solo el obispo (o la autoridad que corresponda) podía determinar que X miembro de la Iglesia no participase de los sacramentos, pero que los miembros no tenian esta “autoridad” para si mismos. Todos sabemos que en ciertos procesos de arrepentimiento, obispados piden a los miembros no participar de la Cena del Señor por un periodo de tiempo, sin embargo jamas había escuchado que solo ellos podían autorizar o pedir a un hermano no participar y que nadie podía auto negarse a participar de la Santa Cena, casi no importando las circunstancias, a menos que (me encanta cuando dicen esto) “El Juez de Israel, el único que puede autorizar/desautorizar esto, lo dijera”.
Demas esta decir que quede sorprendido y algo interesado. De hecho, el hermano lo dijo con tal convencimiento que yo pensé “uhhh, una norma que no conocía” pero igual quede con la duda. Me fui a mis escrituras, las cuales entendí como siempre las he entendido: Cuidaos de tomar el cuerpo y la sangre del Señor en forma indigna, y lo de no permitir a nadie indigno participar. Me metí al Manual General de Instrucciones a ver si aparecía algo al respecto (solo salia que como parte de las medidas disciplinarias el obispo podía pedir a un miembro no participar, no salia nada de que estuviese prohibido a un miembro abstenerse por si mismo) y finalmente recurrí a mi guru, un anterior superlider del tipo “con mucha experiencia” que siempre me saca de dudas de este tipo.
Mi guru me dijo que el no había escuchado nunca de una “norma” de este tipo y que le parecía raro que estuviese ya que las escrituras señalaban algo distinto. Llamo a un “co-guru” que es actualmente consejero de misión, por si sabia algo de una norma por el estilo, el cual respondió que no había recibido ninguna instrucción de ese tipo y que también lo consideraba por lo menos “extraño”.
Así que, por que estoy publicando esto?. Por un lado, para conversar de las cosas que pasan de vez en cuando en las capillas. Evidentemente el resolver este tema no va a lograr la salvación de nadie, ni creo que sea algo de muchísima importancia, simplemente es un detalle menor (aunque… quizás yo mismo menosprecio su importancia en vista de las claras advertencias en las escrituras respecto a beber condenación). Sin embargo, tengo la pregunta, alguien ha escuchado de una norma de este tipo? o simplemente quizás entendí mal lo que alguien quizo decir, o quizás esta persona entendió mal y esta explicando algo que es de su cosecha (o de otra persona) pero que simplemente no corresponde?.
Y… si no saben nada, que piensan al respecto?.
creo que la misma escritura que citaste contesta la pregunta,”Cuidaos de tomar el cuerpo y la sangre del Señor en forma indigna”, el cuidaos implica algo personal, ademas recuerda que el Obispo debe permanecer con los ojos abiertos mirando quien no toma la santa cena, para asi de esta manera entrevistarle y averiguar cual es la razon, si solo el es quien dice quien toma o no ¿ entonces para que es esa instruccion? si el tomar la santa cena indignamente es beber condenacion que mal estaria que yo participara de ella ya comentiendo una falta grave y que luego se lo cuente a mi obispo, por lo tanto soy yo quien es el primero en juzgar el tomar o no , lo que si creo que es totalmente necesario hacer despues de pensar en ser indigno de tomarla, es hacercarme a mi obispo y solicitar una entrevista con el para arreglar mi situacion, eso es fundamental.
Si, no lo publique, pero me trae recuerdos cuando era presbitero y estaba siempre sentado detras del obispo como secretario auxiliar o algo asi, que tenia la responsabilidad de observar en la santa cena quienes no participaban y luego informar al obispado.
No creo que siempre los motivos para no tomar la santa cena sean tan graves como para ir al obispado a entrevista (no digo que sea lo correcto no hacerlo, solo que no creo que siempre sea “grave”) sin embargo mi obispado por ejemplo observaba esto, y si se repetía en varios domingos, consultaba si “hay algo en que pueda ayudar”.
Me trajo recuerdos de juventud este tema 🙂
complementando un poco lo anterior, el no tomar la Santa Cena es una situacion, pero el determinar cuando soy digno de volver a tomarla es otra totalmente diferente, ya que solo seria el Juez de Israel el unico capacitado para indicarme eso,esto es por los pasos del arrepentimiento dentro de ellos esta el hablarlo con la autoridad competente, si no no es un arrepentimiento completo, por esto yo puedo determinarme no digno de tomar la santa cena ( primer paso del arrepentimiento) y no la debo tomar pero el siguiente paso inmediato debe ser acercarme a mi obispo, ya que el debe medir mi dignidad y a la vez indicarme cuando puedo volver a renovar mis convenios.
Pues si, si hay algo escrito en cuanto a este tema y lo lei hace ya unos 12 años de una Liahona mas o menos de los años 70’s. El articulo lo citaba asi como lo has mencionado “Solo el Obispo puede determinar quien no puede participar de la Santa Cena”, igual me causo sorpresa cuando lo lei por que cuando fui joven y asistia a seminario las escrituras que citaron me llenaron de “temor” y tambien no participe de la Santa Cena. Deja que visite la casa de mis padres para buscar dicha Liahona.
Saludines
Bueno pues no era de los 70’s es de marzo de 1981 y fue un articulo de la Liahona de estos de “Preguntas y Respuestas”, recuerden que estos articulos de Q&A siempre mencionan que no son doctrina oficial de la Iglesia y solo se escriben como una orientacion a los miembros.
El articulo se encuentra en la seccion de Magazines del sitio de la Iglesia y solo esta en Ingles, se llama:
When should I not take the sacrament? y fue escrito por el Obispo Larry Hiller.
Ojala alguien tuviera las Liahonas de ese año y pudiera checar si tambien salio en Marzo o algunos meses despues.
Saludines
Acabo de leer el artículo de 1981 y, si bien es cierto que comenta lo del obispo, en modo alguno dice que nosotros no debemos autorregularnos, al contrario dice que debemos tener el valor de no tomarla si sentimos que no somos dignos de hacerlo, incluso si solo lo vamos a hacer por rutina; y examina con bastante detenimiento como debe ser ese examen de conciencia al que debemos someternos. Cita manuales de la Iglesia y alguna escritura de Pablo como 1 Corintios 11: 28
Saludos
Muy bien Mike y Curioso, tienen toda la razon. Lei el articulo en liahona marzo 1981 (ingles) y es como dicen.
El obispo tiene el derecho de pedir a una persona abstenerse de la santa cena (como todos sabemos) pero también nosotros tenemos que tener el “coraje” de auto abstenernos cuando nos consideramos indignos de participar.
Liahona cita un comentario absolutamente clarificador de un manual de escuela dominical
Liahona Marzo 1981
Lamentablemente, al parecer el líder estaba enseñando ideas de su cosecha o de sus cercanos pero que no eran correctas.
pd: no puedo creer como se acordaron de una cita de casi 30 años atras!.
Creo que “participar indignamente” no quiere decir “que se debe ser digno” en el sentido tradicional de dignidad.
En otras palabras, no es necesario ser intachable para calificar en la participación de la Santa Cena.
Con ese criterio y en rigor, nadie y absolutamente nadie podría participar dignamente de la Santa Cena.
A mi modo de ver, si el miembro tiene “un corazón quebrantado y un espíritu contrito”, entonces es digno de participar en la Santa Cena.
Así de simple es como yo lo veo.
Atte.
AlAl
Hola Administrador, gracias por todo tu trabajo, quiero pedirte si es posible una copia del articulo que mencionastes, se que tienes mucho trabajo, pero en una de esas te das un tiempo, y nuevamente gracias por la enorme labor que haces, de igual manera a tu esposa y tu pequeña.
Gracias
Mi correo es jjzelaya4@hotmail.com
@AIAI. Por supuesto, hay que aclarar siempre eso. Digno no es lo mismo que perfecto (de hecho, no podemos serlo de ninguna manera). El articulo en liahona explica lo mismo.
@Julio.
Abajo del articulo que cite (en un verde claro) aparece “Liahona Marzo 1981”. Haz click ahi y te llevara al discurso.
saludos
Aqui les dejo el articulo
¿Cuándo es que no
debo participar del
sacramento?
A fin de contestar esta pregunta,
revisemos primeramente algunas
verdades importantes. De todas las
cargas que la humanidad tiene que
sobrellevar en esta vida, el pecado
es una de las más pesadas. Pero
una vez que nos hemos librado de
esta carga, después de haber seguido
los pasos necesarios del arrepentimiento,
es una de las experiencias
más satisfactorias que cualquier
persona puede adquirir. Si no hubiera
sido por el sacrificio expiatorio
del Salvador, no sólo tendríamos
que llevar esta carga del pecado durante
toda esta vida sino también
durante toda la eternidad. Hubiéramos
sido arrojados de la presencia
de Dios y estaríamos sujetos al diablo.
No existen palabras que puedan
expresar totalmente el gran significado
de la expiación en nuestra
vida. Sin emjbargo, el Señor nos ha
dado una ordenanza para recordarnos
constantemente la expiación y
para ayudarnos a desarrollar -un
continuo aprecio por ella.
La muerte y la resurrección de
Jesucristo significan que todo ser
humano que ha vivido sobre la faz
de la tierra algún día resucitará;
pero la expiación de los pecados se
aplica solamente a aquellos que conocen
a Jesucristo, se arrepienten
de sus pecados y son bautizados en
la manera correcta por aquellos que
tienen la autoridad para nacerlo. El
perdón de los pecados viene por medio
de la expiación de Cristo y a
través de nuestro arrepentimiento.
El bautismo es el medio por el cual
mostramos que hacemos un convenio
con el Señor.
Por lo general no somos tan fuertes
como para no caer en pecado
después de que nos hemos bautizado;
por lo tanto, debamos usar continuamente
los principios de fe y
arrepentimiento. Con el fin de ayudarnos
a recordar y a mantener en
nuestro corazón y mente la gran
expiación, y de permitirnos renovar
nuestros convenios que hicimos al
bautizarnos, el Señor instituyó el
sacramento de la Santa Cena.
Los emblemas del sacramento
nos recuerdan el cuerpo quebrantado
y la sangre derramada del Salvador.
En las oraciones sacramentales
se repiten los convenios que hicimos
al bautizarnos. Estos son: (1)
tomar sobre nosotros el nombre de
Jesucristo, (2) recordarlo siempre y
(3) guardar sus mandamientos. Si
nacemos esto, el Señor nos promete
que siempre tendremos su Espíritu
con nosotros.
Así como es un requisito arrepentimos
antes de ser bautizados, así
también es necesario arrepentimos
antes de participar del sacramento.
En el Libro de Mormón leemos lo
siguiente:
“Cuidaos de ser bautizados indignamente;
cuidaos de tomar el sacramento
de Cristo indignamente . . . ”
(Morm. 9:29.)
El Señor nos ha mandado que seamos
perfectos, y el sacramento es
una parte importantísima de los requisitos
que nos llevan hacia la perfección.
Si durante cada semana tratamos
de vencer nuestros pecados
y nos preparamos para tomar el sacramento
el próximo domingo, poco
a poco eliminaremos el pecado . de
nuestra vida. Nuestra conciencia se
hace más sensible cuando estamos
más alerta a los susurros del Espíritu
Santo. En otras palabras, si recordamos
constantemente al Salvador
y nos esforzamos para obedecer
sus mandamientos, tendremos el
Espíritu Santo con nosotros tal
como El lo prometió.
Ahora, ¿cuándo es que no debemos
participar del sacramento? Ya
que el sacramento es parte de los
requisitos que nos llevan hacia la
perfección, el Señor no espera que
seamos perfectos antes de que podamos
participar de él. Como ya
hemos visto, las Escrituras contienen
cantidad de advertencias que
nos dicen que no debemos participar
del sacramento indignamente.
Al hablar a sus discípulos en el continente
americano el Salvador dijo:
“No permitiréis que ninguno a sabiendas
participe indignamente de
mi carne y de mi sangre, cuando
las administréis.
Porque quien come mi carne y
bebe mi sangre indignamente,
come y bebe condenación para su
alma.” (3 Nefi 18:28-29.)
Pablo advirtió a los corintios en
una manera semejante. Con esa advertencia
nos dio otras sugerencias
para saber cuándo debemos o no
debemos tomar el sacramento. Pablo
declaró:
“Por tanto, pruébese cada uno a
sí mismo, y coma así del pan, y
beba de la copa.” (1 Cor. 11:28; cursiva
agregada.)
De acuerdo con lo que el Salvador
dijo a los nefitas, podemos darnos
cuenta de que aquellos que
administran el sacramento son responsables
de no permitir que las
personas que no son dignas participen
del sacramento. Esta responsabilidad
recae en el obispo, ya que él
es la autoridad que preside en el
barrio. Una persona que va al obispo
y le confiesa un pecado puede
recibir el consejo de no participar
del sacramento durante un determinado
período de tiempo, dependiendo
siempre de la seriedad de la violación,
el grado de arrepentimiento
y otros puntos que solamente el
obispo puede decidir basándose en
cada caso individual. Aquellos que
son excomulgados o cuyos derechos
han sido suspendidos no pueden
participar del sacramento hasta que
sus bendiciones les son restauradas
o son bautizados otra vez.
También Pablo nos dice que tenemos
la gran responsabilidad de examinarnos
a nosotros mismos y ver
si somos dignos de participar de la
Santa Cena. Por supuesto, que si
hemos cometido un pecado serio
que requiera la confesión ante el
obispo, no debemos participar del
sacramento hasta que le hayamos
hablado sobre el asunto.
“Por esto podréis saber si un
hombre se arrepiente de sus pecados:
He aquí, los confesará y los
abandonará.” (D. y C. 58:43.)
Si después de haber llevado a
cabo un autoexamen, todavía existen
dudas acerca de si se debe confesar
el pecado o no, os insto para
que habléis con vuestro obispo. El
se. preocupa y sabe guardar confidencias.
El podrá ayudaros a poner
el asunto en perspectiva y os indicará
lo que hay que hacer para obtener
el perdón y volver a sentiros
bien con vosotros mismos.
¿Qué decimos de los pecados que
no necesitan confesarse? Aquí es
donde debemos ver lo más profundo
de nuestra alma. ¿Nos damos
cuenta de nuestros pecados y estamos
tratando de vencerlos? ¿Ciertamente
nos hemos arrepentido?
¿Está nuestro corazón lleno de
odio, rencor hacia otros, o nos sentimos
en paz? ¿Estamos viviendo en
una forma más recta esta semana
que la anterior? Estas son algunas
de las preguntas que podemos hacernos
antes de participar del sacramento.
Sinceramente creo que si realmente
nos importa, la respuesta
descansa en nuestro propio corazón.
Cuando nos hacemos la pregunta,
“¿Soy digno?”, en un sentido estamos
más arriba de los que participan
sólo por rutina, sin pensar si
son dignos o no. Cuando tenemos el
valor de no participar porque nos
sentimos indignos de hacerlo,
hemos dado un paso importantísimo
en el camino del arrepentimiento,
porque hemos comenzado a preocuparnos
más en lo que piensa el Señor
acerca de nosotros que en lo
que pueden pensar los demás.
En el curso Doctrina del Evangelio
encontramos la siguiente declaración:
“Si una persona no se encuentra
digna y no s& arrepiente, debe asistir
a la reunión sacramental, pero
debe tener el valor de no participar
del sacramento. Aquellos que están
presentes y ven que otro no participa,
ni siquiera deben pensar por
qué no lo hace. Debemos aceptar el
hecho de que no debemos participar
del sacramento si no nos sentimos
dignos de tomarlo. Una persona
no debe dejar de asistir a la
reunión sacramental sólo por ‘el
que dirán los demás’. No debe ‘comer
y beber condenación para su
alma’.”
Aqui encontrareis la liahona de marzo 81 agrades(z)co a los de biblbiotecasud por haberlo publicado,
http://www.gigasize.com/get.php?d=dk0jmyv5fhc
En Doctrinal Commentary on the Book of Mormon, vol. 4 encontre lo ste.
The Twelve Instructed to Judge Worthiness to Partake of the Sacrament ….
3 Nephi 18.28-29. Compare 1 Corinthians 11:23-30. It is important to note that, in these verses Jesus is speaking to the Apostles (see verse 26), those who have been commissioned and authorized to administer the sacrament. He is not speaking to the multitude. Forbidding someone from partaking of the sacrament on the grounds of personal unworthiness is the responsibility of the “judge in Israel” who holds the keys of the priesthood which direct priesthood ordinances. It is not the prerogative of members of the congregation to forbid anyone from partaking of the sacrament. If they are aware of unworthiness, they may discuss it with the bishop or other appropriate priesthood leader, but it remains the right of the priesthood leader, through the spirit of discernment, to allow or disallow someone the blessing of the sacrament.
“See that ye do all things in worthiness” (Mormon 9:29), Moroni counseled. Partaking of the sacrament of the Lord’s Supper unworthily denies one of the promised blessings that attend worthy participation in that ordinance. Without the Spirit one is halted and damned in regard to spiritual progress. What, then, constitutes worthiness to partake of the sacrament? “If we desire to improve (which is to repent) and are not under priesthood restriction, then, in my opinion, we are worthy,” taught Elder John H. Groberg. “If, however, we have no desire to improve, if we have no intention of following the guidance of the Spirit, we must ask: Are we worthy to partake, or are we making a mockery of the very purpose of the sacrament, which is to act as a catalyst for personal repentance and improvement? If we remember the Savior and all he has done and will do for us, we will improve our actions and thus come closer to him, which keeps us on the road to eternal life. If, however, we refuse to repent and improve, if we do not remember and keep his commandments, then we have stopped our growth, and that is damnation to our souls. The sacrament is an intensely personal experience, and we are the ones who knowingly are worthy or otherwise.” (CR, April 1989, p. 50.)
Del manual de Seminario para el alumno: El Antiguo Testamento. (pág. 67)
Números 9:6-14 – ¿Quiénes debían participar en la pascua?
Es interesante observar que en Números 9 se registra a algunos hombres que habían estado en contacto con un muerto, quizás por el simple hecho de ser quienes habían enterrado a un pariente muerto, no se les permitía participar en la Pascua. De acuerdo con la ley de Moisés, eran “inmundos”. Sin embargo, el Señor reveló a Moisés que la Pascua era tan importante que aun quienes se les consideraba “inmundos”, por el hecho de haber tocado a un muerto, debían participar. Además, el Señor dijo que era un pecado sumamente grave el estar totalmente limpio y facultado para participar de la comida de la Pascua y rehusar hacerlo.
Dado que el Salvador instituyo la Santa Cena en reemplazo de la Pascua, es necesario que tomemos en cuenta algunas aplicaciones personales. Por ejemplo, debemos aprovechar todas las oportunidades que se nos presenten para participar dignamente de la ordenanza de la Santa Cena. El tener la oportunidad de asistir a la reunión sacramental y el no hacerlo es un pecado. El participar de la Santa Cena es tan importante que el Señor desea que participemos de ella aun cuando tengamos algunas pequeñas faltas personales en nuestra vida. Nuestros líderes del sacerdocio pueden aconsejarnos acerca de cuáno podemos participar de la Santa Cena y cuándo no debemos hacerlo, que en resumen es el principio que encierra lo sucedido en el capítulo 9. -fin de la cita.
Para facilidad del lector, cito Números 9:6-14
9:6 Pero hubo algunos que estaban inmundos a causa de muerto, y no pudieron celebrar la pascua aquel día; y vinieron delante de Moisés y delante de Aarón aquel día,
9:7 y le dijeron aquellos hombres: Nosotros estamos inmundos por causa de muerto; ¿por qué seremos impedidos de ofrecer ofrenda a Jehová a su tiempo entre los hijos de Israel?
9:8 Y Moisés les respondió: Esperad, y oiré lo que ordena Jehová acerca de vosotros.
9:9 Y Jehová habló a Moisés, diciendo:
9:10 Habla a los hijos de Israel, diciendo: Cualquiera de vosotros o de vuestros descendientes, que estuviere inmundo por causa de muerto o estuviere de viaje lejos, celebrará la pascua a Jehová.
9:11 En el mes segundo, a los catorce días del mes, entre las dos tardes, la celebrarán; con panes sin levadura y hierbas amargas la comerán.
9:12 No dejarán del animal sacrificado para la mañana, ni quebrarán hueso de él; conforme a todos los ritos de la pascua la celebrarán.
9:13 Mas el que estuviere limpio, y no estuviere de viaje, si dejare de celebrar la pascua, la tal persona será cortada de entre su pueblo; por cuanto no ofreció a su tiempo la ofrenda de Jehová, el tal hombre llevará su pecado.
9:14 Y si morare con vosotros extranjero, y celebrare la pascua a Jehová, conforme al rito de la pascua y conforme a sus leyes la celebrará; un mismo rito tendréis, tanto el extranjero como el natural de la tierra.
Es mi opinión siguiendo el modelo dado en Números que fueron a Moisés que es nuestro obispo determina que no podemos tomar la Santa Cena. Si tenemos dudas debemos ir con él, de otro modo sería peligroso que nosotros mismos determináramos nuestra dignidad personal, ya que podríamos ser demadiado autoexigentes o demasiado autocomplacientes. Después de todo es “Dignidad, Digno: Tener rectitud una persona y contar con la aprobación de Dios y de los líderes que Él ha nombrado” (GEE pág. 53)
Saludos.
Yo creo que en vez de preocuparse si podemos decidir por nosotros mismos el no participar, más bien deberíamos pensar en lo importante que es el participar pues esto es para recordar el sacrificio que hizo Jesucristo por nosotros y es una ordenanza importante, deberíamos preocuparnos en tener siempre presente el prepararnos en la semana para poder participar y sentirnos bien haciéndolo, sabiendo que es lo que Dios quiere que hagamos. Más bien la advertencia de no participar indignamente sería para que hagamos lo posible por poder participar dignamente y que sea válido el convenio. Por eso creo que no deberíamos negarnos el privilegio de ser limpios por el sacrificio de Jesucristo sería como despreciar todo lo que hizo por nosotros.
hola, a mi modo de ver, uno debe hacer lo posible por llegar al domingo digno de tomar la santa cena, pero el arrepentimiento es un proceso y uno sabe mejor que nadie si esta listo, a veces cometemos un error y al llegar a la capilla sabemos que no estamos dignos, aunque sea algo pequeño, El Espiritu nos lo indica y si uno siente que no debe tomar la santa cena entonces es mejor no hacerlo, lo importante es nuestra intencion de arrepentirnos y de obedecer los mandamientos del Señor. Moroni lo explica muy claramente en moroni 8:25-26 las ordenanzas son vacias sin un deseo sincero de obedecer los mandamientos. Por otro lado no creo que este sea un detalle menor ya que muchas veces entre la doctrina verdadera se mezclan ideas o normas o tradiciones de algunos hermanos que muchas veces se toman por ciertas y son solo opiniones personales, es importante siempre aclarar la doctrina verdadera y separarla de esas tradiciones porque a la larga producen confusion.
El élder John H. Groberg, miembro de los Setenta, enseñó: “Si deseamos mejorar (lo cual es arrepentirnos), y si las autoridades del sacerdocio no nos han impuesto ninguna restricción, entonces, en mi opinión, somos dignos. Pero si no tenemos deseos de mejorar, si no tenemos intención de seguir la guía del Espíritu, debemos preguntarnos si somos dignos de participar o si nos estamos burlando de la mismísima finalidad del sacramento” (“La belleza e importancia de la Santa Cena”, Liahona, julio de 1989, pág. 47).
Para mi este comentario es claro en hacernos una autoevaluación de nuestra dignidad, pero la unica restricción para participar es a travez de la Autoridad del Sacerdocio. Asistir a la ordenanza de la Santa Cena es una muestra de tu deseo interno de mejorar tu condición ante Dios y participar de la Santa Cena te ayudará en este proceso.
Encontre un comentario de Elder Oaks al respecto y dice:
“La estrecha relación que existe entre el participar de la Santa Cena y el compañerismo del Espíritu Santo se explica en la oración revelada de la Santa Cena. Al participar del pan atestiguamos que deseamos tomar sobre nosotros el nombre de Jesucristo y recordarle siempre y guardar Sus mandamientos. Al hacerlo, tenemos la promesa de que siempre tendremos Su Espíritu con nosotros (véase D. y C. 20:77)…
“Ninguno de ustedes… y ninguno de sus líderes ha vivido sin pecado desde el bautismo. Si no contáramos con alguna provisión para volver a limpiarnos después del bautismo, todos estaríamos perdidos con respecto a lo espiritual. No podríamos contar con la compañía del Espíritu Santo, y, en el momento del juicio final, estaríamos sujetos a ser “desechados para siempre” (1 Nefi 10:21). Cuán agradecidos estamos de que el Señor haya proporcionado un proceso para que todo miembro bautizado en Su Iglesia pueda limpiarse en forma periódica de la suciedad del pecado. La Santa Cena forma parte esencial de ese proceso.
“Se nos ha mandado arrepentirnos de nuestros pecados y venir al Señor con el corazón quebrantado y el espíritu contrito y participar de la Santa Cena en cumplimiento de sus convenios. Al renovar nuestro convenio bautismal de esta forma, el Señor renueva el efecto limpiador de nuestro bautismo. De esta manera, quedamos limpios y podemos siempre tener Su Espíritu con nosotros. La importancia de esto es evidente en el mandamiento que da el Señor de que participemos de la Santa Cena todas las semanas (véase D. y C. 59:8–9)” (“El Sacerdocio Aarónico y la Santa Cena”, Liahona, enero de 1999, pág. 44).
En conclusión cada domingo DEBEMOS participar de la Santa Cena A MENOS que la AUTORIDAD DEL SACERDOCIO NOS LO IMPIDA.
En una conferencia de Lideres de Zona ,el elder LYNN MICKELSEN,del primer quorum de los setenta,dijo lo sgte:Hay dos razones para no tomar la Santa Cena: Unas es que la persona este suspendida de sus derechos como miembro y la sgda : es que no quiera arrepentirse de sus pecados.No hay ninguna otra razon para no tomarla…
creeo que es un tema un complicado para todos por que inmaginense que nosotros vamos a ser juzgados por nuestras palabras,pensamientos,obras etc,y llegar digno que digamos a la capilla el dia domingo hoy como nos regala este mundo es por decir un poco complicado y no me justifico y no justifico a nadie creeo que sigue siendo algo personal sin ser obispo algunas veces me siento al lado de hermanos que no toman la santa cena y que muchos de ellos son lideres y yo no estoy para andar juzgando a nadie a lo mejor me preocuparia mas saber que el obispo se esta dando cuenta de este problema que algunos hermanos no estan tomando la santa cena y el se da por desatendido ademas que siempre hay algo que objetar acerca de las normas de la iglesia ya sea la santa cena, la palabra de sabiduria, el dia de reposo.la ley del diezmo etc,parece que siempre hay algo que decir de las normas de la iglesia, vivamoslas lo mejor que podamos y dejemos que juzgue quien sea necesario.
Carlos@
Yo creo que eso que dijo Elder Mickelsen esta equivocado.
Imaginate que un dia juevez alguien comete adulterio. Y llega el domingo y aun no ha hablado con el obispo. Debe tomar la santa cena? en mi opinion creo que NO debe tomar la santa cena por que se estaria condenando mas.
Despues de hablar con el Obispo el Obispo le dira cual va a ser la medida disciplinaria pero el sabe que es indigno de tomar.
Ahora si el mismo jueves solo se enojo con su esposa, entonces el se puede arrepentir solo y tomar la santa cena.
http://www.4shared.com/file/70851589/70fe1153/LIAHONA_Marzo_1981.html.
en esta pagina podran descargar la liahona de marzo 1981 en español
gracias a los amigos de bibliotecasud…
saludos desde El bello puerto de Tampico Tamaulipas Mexico
Es interesante como todos entendemos las cosas distintas.
Por lo menos, en mi caso, luego de haber consultado con anteriores autoridades de area, ellos con un consejero de mision, y sobre todo con la liahona que pusieron, me parece que la idea de que solo un miembro del obispado puede indicar el abstenerse de la santa cena es una idea que no es de la Iglesia.
Los articulos de Giorgio los agradezco mucho, pero a partir de la cita de Elder Groberg entiendo lo mismo que anteriormente entendia. Que si las autoridades no nos han puesto restricción, somos dignos, significa que si luego de ir a visitarlos (por que, como van a saber si debemos ser o no ser restringidos) no pasa nada, entonces, no pasa nada. No implica un antes de ir a ellos.
De la segunda cita, se entiende el significado completamente, pero como interpreto la primera parte de una manera distinta, no tengo la misma conclusion de giorgio. En todo caso muy interesante lo que el comparte.
En mi opinion, y nada mas que mi opinion, definitivamente creo que la idea propagada por el hermano en mi capilla o yo la entendi mal o estaba errada por, como dije, haber consultado a 70s, y sobre todo por la cita que se hizo del articulo de Liahona 1981, y finalmente por que no he leido nada que diga claramente lo que el afirmaba (es decir, manual general o alguna instrucción directa). Evidentemente hay citas que podrian interpretarse de esa manera, como cita giorgio, pero no son tan clara para mi y de hecho las intepreto distinto.
Saludos a todos y gracias por sus aportes 🙂
En la ultima conferencia general se mencionaron algunas cosas en cuanto a la Santa Cena. Sino me equivoco alguien dijo que esta ordenanza esta al mismo nivel que las ordenanzas del Templo. Nos animamos a entrar al Templo asi no mas aunque tengamos recomendación o nos examinamos y preparamos para estar a la altura de lo que vamos a realizar? Lo mismo pasa con la Santa Cena. A diario deberíamos considerar que el domingo siguiente podríamos participar y por lo tanto podríamos ir preparandonos.
Elder Robins (anterior presidente del area Sudamerica Sur) enseño una vez que aun si estamos ofendidos con alguien no deberiamos participar de la Santa Cena hasta reparar eso.
Lo siguiente a modo de “leyenda mormona” porque lo escuche de un misionero. En la mision un compañero me conto que una autoridad (70′ supongo) en una Sacramental no participo de la Santa Cena. Despues cuando discurso el explico que no lo hizo pq no habia estado pensando mas en su discurso por lo que se olvido de pensar y meditar sobre Jesucristo y la expiacion, por lo que prefirio no participar. (no se que tan verdadera sea la historia, creo que igual apunta al principio.)
De todas maneras, apoyo la conclusion de Admin, mientras no tenga una instruccion de no participar, depende de uno mismo. Obviamente no por cualquier cosa se debe dejar de participar, pero tampoco podemos participar por participar.
Ahora, y pa’ terminar con otra idea.. es interesante el ejemplo de “pecar el jueves” y la entrevista… me hizo pensar en Adan, cuando come del fruto no es expulsado instantaneamente.. sino que luego de un espacio de tiempo aparece el Padre Celestial, tiene una “entrevista” con Adan y Eva, y les impone el castigo.. podria compararse a lo que mencionaron. Cometo un error, hasta que no tenga la entrevista puedo participar de la santa cena.. despues recibo mi castigo dejo de participar…
pero, el detalle esta en que el Padre Celestial le dice a Cristo que ponga Querubines y una espada encendida alrededor del Arbol de la Vida para que Adan no extienda su mano y participe. Es personal, pero creo que es igual con nosotros y la santa cena. Si cometemos un error, antes de extender la mano y participar de la santa cena, deberiamos arrepentirnos y reparar el error que causamos hasta donde sea posible. Quizas necesitemos una entrevista y se nos imponga un castigo y por cierto tiempo no podamos participar del “fruto” de la expiacion. Pero es para nuestro progreso y bienestar.
En definitiva, la ordenanza es individual, y es una manera de comprender nuestra relacion con Dios. El obispo (o alguna autoridad) puede ayudarnos a comprender nuestra situacion, pero por nosotros mismos debemos evitar participar si sabemos que no estamos preparados para hacerlo. El confesar nuestros pecados (faltas graves) es parte del arrepentimiento en algunos casos, por lo que no podriamos participar sin antes hablar con el obispo o pte de estaca.
Excelentes aportaciones y comentarios!!♥♥
Bueno, consulto frecuentemente esta página porque me parece un aporte para los SUD que muchas veces no tienen con quien comentar y analizar ciertos principios en el diario vivir, por ende me parece un aporte que nos ayuda de una u otra forma y nospuede engrandecer espiritual y temporalmente hablando en los principios básicos del evangelio, el tema es que revisando todos los post y el editado por el ADMIN, veo que se descontextualizó el tema… y tal como se expone quiero compartir lo que sigue:
Estuve presente en la “X” clase, la que por cierto era dirigida a los Presbíteros del Barrio (HHJJ) y trataba sobre la “Apsotasía personal” y su relación con la magnificación del Sacerdocio específicamente en los Oficios y Ordenanzas del Sac Aarónico, en este contexto, el maestro también habló acerca del respeto y obediencia a nuestros líderes, lo que llevó a un joven preguntar respecto de si debíamos “obedecer TODO” lo que nos solicitara o mandara un “x” líder, acto seguido otro joven adujo que si él no se sentía digno no podía oficiar en la ordenanza de la Santa Cena; a lo que el Maestro les citó el ejemplo de las solicitudes que se les hacía respecto a Bendecir, Preparar o Repartir la Santa Cena y a su “negativa” a oficiar aduciendo “indignidad” (esto se ha transformado una moda entre los jóvenes, quienes a sabiendas que no se les molestará más con esa respuesta, lo han tomado como un referente habitual para no oficiar en los sacramentos), el tema es que se debatió respecto a quien determina la dignidad personal, claro está que la “autoridad” del Barrio estaba ahí y les dijo que muchas veces nos autojuzgamos con “crueldad” y que si nuestros líderes nos están mandando o “invitando” a oficiar en algo del sacerdocio debemos “serles obedientes”, si en verdad nos sentimos indignos como para oficiar o participar debemos solucionar aquello hablando con quien corresponde, “el Obispo”, quien es “el juez común” (DyC 107:72-74). Recalco en esto último que el mensaje que se quiso entregar fue el de “ser cuidadosos con las automarginaciones (en atención a la conducta reiterativa), las que pueden ser perjudiciales espiritualmente y sobretodo en cuanto al oficiar como Sacerdote y que de tener alguna conducta impropia que realmente les impidiera oficiar, debían ordenar su vida y acudir a la autoridad competente.
Pues bien, una vez explicado el contexto, comparto en este foro dos cosas:
1.- Al ser nosotros “nuestros propios agentes” y al tener la guía del Espíritu (2 Nefi 2:27, Hel 14:30; DyC 37:4), perfectamente podemos saber y sentir si “SOMOS DIGNOS O NO”, por lo cual estamos en todo el derecho de abstenernos de la Santa Cena, pues de lo contrario la ley del albedrío se vería comprometida, pero tampoco es tan fácil, pues si la situación se hace habitual, es menester hablar con la respectiva autoridad (entiéndase Obispo o sus consejeros si la situación lo amerita). Agregar algo más sobre este punto no me parece ya que hay demasiado aporte como para un discurso…
2.- Algo importante a considerar y aprender de esto es que cada vez que no estemos de acuerdo con alguien o con algún “principio”, hagamos lo posible para “aclarar” nuestra duda con la persona involucrada antes que cualquier otra cosa, pues diminutamente puede germinar en nosotros la semilla del denominado “orgullo” y hacer incurrir en error (aún sin quererlo) a otras personas.
Observación con tintes policiacos de quienes no participan de la S.Cena???, ummmm…luego imagino una reunión de Obispado donde por rigor se incluya en la agenda; “Hnos que no participaron de la S.Cena”, entonces como norma al dia siguiente se establece las entrevistas para los que “no participaron de la S.Cena”…luego otros hnos y hnas se lanzan a la persecusión reportando o comentando que determinado hn@ no se sirvió la S.Cena…corre el rumor y muchos se preguntan..¡¡¡que habrá hecho!!!…Que tal Queridos Hnos!!!!…Eso de pedir ayuda a un presbitero-secretario auxiliar para “observar” a los que no participaron de la S.Cena, me parece un abuso de poder… lejos de fomentar una autoconciencia, autoreflexión en el momento de participar de la S.Cena, promueve lo contrario por temor a la presión social (como ya se comento)… y ojo… el que escribe esto es un Lider… que creyo siempre y lo sigue haciendo, que la autoridad debe ejercerse en alto grado de justicia y respeto al albedrio, libertad…
@ale.
lo que comente fue algo que paso en otra clase y bastante tiempo atras, no en la de hhjj.
@rodolfo. Entiendo tu punto de vista, sin embargo como todas las cosas depende del como se haga. Evidentemente estoy en contra de posiciones pseudopoliciacas, pero creo que un buen obispo debe observar (o pedir a alguen) esas conductas entre su rebaño para que de esta manera pueda estar atento a generar las instancias para ayudar a quienes quizas necesiten ayuda.
Hola,
Leyendo sus posteos con todo respeto quisiera compartir mi opinion personal. Creo que el meditar cuidadosamente sobre como esta nuestro corazon nos dará la clave para ver cuando dignos estamos, en el fondo, la Santa Cena representa un momento personal con el SAlvador, un momento de autoevaluacion y de compromiso con Él… En el templo es lo mismo, sin embargo entiendo que en este caso sería con el Padre.
Mas que pensar “si soy digna o no” por qué no pensar ¿¿En que condicion está mi corazon??, es decir:
¿Deseo renovar mis promesas con Jesucristo?
¿Deseo SINCERAMENTE tomar Su nombre sobre mí y seguirle?
¿Me arrepiento de los errores cometidos?
¿Hice lo posible por enmendarlos y corregí mi caracter o proceder?
¿Entiendo que sin Su ayuda y sin el E. Santo quedo solo para dar la batalla diaria?
Si la respuestas son “SÍ” para todas estas preguntas.. ¿Qué me impide ser o sentirme digna de tomar la Santa Cena?. En ocasiones pienso que caemos en una conducta poco sana de someternos a “niveles de dignidad” inexistentes y que lo unico que logramos es minar nuestra espiritualidad y autoestima al punto que comenzamos a sentir que nunca seremos lo suficientemente buenos, ni nunca haremos lo suficiente. Mucha gente se ha alejado de la Iglesia porque han sentido el “peso” de nunca ser lo “suficientemente… algo”. El adversario tambíén nos quiere convencer de eso.
Si mis pecados no estan en la categoría de “hablarlo con el obispo”, y si puedo responder afirmativamente a estas simples preguntas. ¿Que mas digna deberia ser?
Y si un amigo(a) se está cuestionando demasiado (sin haber pecado en algo realmente delicado) ¿No le hariamos las mismas preguntas simples para que pueda regocijarse otra vez?
Creo que nos ponemos “muy graves” y dejamos de deleitar[nos] y gozar[nos] en este Evangelio de Salvacion y lo convertimos en uno de condenación.
Cordialmente. Saludos
cierta ocacion tube ciertos problemas con alguien (¿?) y al domingo siguiente no tome santa cena, devido a las escrituras que, de pason e leido en las opiniones, tenia ese cuestion de no tomerla y por otras cosas; terminada la primera reunion de la sacramental, no paso ms de cinco minutos cuando mi obispo me llamo a su obispado, la cpregunta del millon… ¿porque no tomaste santa cena? le comente mis sentimientos y lo que me pasaba y comento lo que el “homo sapiens autority” le dijo al admin, “no estas autorizado a auto disciplinarte” me quede con aquello en mente y “bueno El es el obispo y amen”; llegara otro que tal ves diga lo contrario pero para mientras tengo que estar bajo su guia y autoridad. me recuerda que la obediencia es mejor que… no em acuerdo(?) sorry.
Pero les dejo mi comentario y espero no mal entiendan
Gracias admin y todos por sus ce¿omentarios que hacen de esta pagina muy interesante y especial-
EN mi opinion la unica razon que no deberiamos tomar la santa cena sin que el obispo nos lo haya pedido es que hayamos cometido un pecado que ponga en riesgo nuestra condicion de miembro.
SIno es eso entonces podemos arrepentirnos y tomar la santa cena
Pues yo valore mucho mas el participar cuando pase una temporada sin participar mentalizandome en cumplir unas cuantas metas propuestas … no era que estaba mal sino nuevos logros/metas …
Saludos.
Un razonamiento logico… SI tenes la recomendacion para el templo, aunque no te sientas digno, entras o te “autodisciplinas” no llendo en ese momento y te preparas mejor? SINO la tenes, obviamente no tenes el albedrío para entrar.
Entonces, suponiendo que la tenes, pero no te sentis digno o preparado que haces? A – Si es un pecado grave (no pagar diezmo, palabra de sabiduria, ley de castidad, etc) tendrias que hablar con un lider y seguramente no te de la recomendacion.. B- Si no es tan grave, pero no estas leyendo las escrituras, no estas orando, no estas cumpliendo tu llamamiento, estas en conflicto con alguien, etc.. quizas es más personal el decidir entrar al templo o no, pero obviamente, convendria corregir todo eso antes de entrar y participar de las ordenanzas. Esta mal hacerlo o esta bien que si uno no se siente preparado no vaya al templo?
Lo mismo pasa con la Santa Cena. Hay ciertas faltas graves que hay q hablarlas con los lideres.. pero si sabemos que estamos “mal” aunq no sea por cosas graves, no deberiamos participar a no ser que nos hayamos arrepentido y en parte corregido el error.
Cito desde el artículo:
“a “autoridad” presente acerca del tema. Este respondió algo así como que ningún miembro estaba autorizado a negarse a si mismo la Santa Cena, que solo el obispo (o la autoridad que corresponda) podía determinar que X miembro de la Iglesia no participase de los sacramentos, pero que los miembros no tenian esta “autoridad” para si mismos.”
Cito desde el comentario 29:
““no estas autorizado a auto disciplinarte” me quede con aquello en mente y “bueno El es el obispo y amen””
Mi opinión:
Siendo benevolente e intentando leer entre líneas, el llamado a que un miembro no se autodiscipline es más bien un incentivo a no llevar cargas emocionales adicionales, pues en general los peores jueces somos nosotros mismos.
Creo que ése es el espíritu de la ley, más allá de la letra.
Lo otro son contaminaciones conceptuales propias de hombres que intentan defender su nicho de autoridad.
Atte.
AlAl
Creo que un Pte de Area tiene mas autoridad que un obispo. Un Pte de area enseño que si aun uno mantiene una ofensa con algun hno este no deberia participar de la Santa Cena. Es simple, es claro.
De otra forma, si solo mi obispo puede “disciplinarme”, si yo participara indignamente el “pecado” o la “condenación” de las que hablan en las escrituras recaerían sobre el y no sobre mi.
Si bien, no existe una norma explicita sobre el automarginamiento del sacramento de la Santa Cena, esto puedo afirmar:
Si un hombre concidera que no debe tomar la Santa Cena, algo esta mal en su vida, y si quiere arrepentirse debe hablar con su obispo, y él, como juez de Israel, le aconsejará y diciplinará de acuerdo a la gravedad de su falta, y le indicará si puede o no participar de esta ordenanza.
Muchas veces cometemos el error de autocastigarnos, desconociendo la forma de proceder del Señor, siendo duros con nosotros mismos, marginandonos de lo que nuestro Padre ha puesto a nuestra dispocición. La Santa Cena nos purifica, nos fortalece y nos permite tener el espíritu. Él es más misericordioso de lo que creemos, por lo que debemos hacer las cosas de forma correcta, siguiendo el conducto regular con sus siervos a fin de poner en orden todo aquello que creamos que nos impide recibir las bendiciones del Salvador, en especial al recordarlo y tener su Espíritu con nosotros.
Si un hombre concidera que no debe paticipar del sacramento, en necesario que hable con su obispo, eso es lo más claro y acertado, ya que en forma personal no somos jueces y no recibiremos la revelación que compete a quien le corresponde dirigirnos y juzgarnos, en este caso, el Obispo.
Lo siguiente son citas del manual “Nuestro camino hacia la espiritualidad” del Sacerdocio de Melquisedec de hace unos años:
“Antes de la reunión sacramental, un padre y su hijo tuvieron una
discusión acalorada. Cuando repartieron la Santa Cena, el joven tomó de ella, mas su padre se abstuvo de hacerlo. Al regresar a casa el padre le pidió perdón a su hijo por haberse dejado llevar por el enojo y le dijo que no se había sentido digno de tomar la Santa Cena. Al oír esto, el hijo se sintió conmovido y le confesó a su padre que él tampoco se había sentido digno, pero que la única razón por la que él había
participado era porque no quería quedar mal frente a sus amigos.
• ¿Cuál debe ser nuestra actitud al prepararnos para tomar la Santa Cena?
Explíqueles que no tenemos que ser perfectos para tomar la Santa Cena, pero sí debemos tener el espíritu del arrepentimiento en nuestro corazón. Debemos participar de la Santa Cena con la determinación de corregir nuestros errores y sentir el deseo renovador de guardar los convenios obedeciendo todos los mandamientos y recordando siempre a Jesucristo.”
“El élder Ballard sugirió otros temas para meditar durante la Santa Cena. El dijo:”Deseamos que todo Santo de los Últimos Días vaya al servicio de la Santa Cena porque es el lugar indicado para hacer una investigación del propio proceder, el sitio apropiado para la introspección, donde podemos aprender a rectificar nuestros errores y enderezar nuestra vida poniéndonos en armonía con las enseñanzas de la Iglesia, como así mismo con nuestros hermanos. Es el lugar donde nos convertimos en nuestros propios jueces” (Ballard, pág. 4, cursiva agregada).””
” • ¿Cuándo somos indignos de tomar la Santa Cena?
Se dan a continuación algunas sugerencias para analizar.
1. Cuando hemos quebrantado la Palabra de Sabiduría o cualquier otro mandamiento
y no estamos arrepentidos, sino que intentamos hacerlo de nuevo.
2. Cuando hemos tenido una discusión u ofendido a alguien y no hemos hablado con esa persona ni tratado de resolver el problema (véase Mateo 5:23-24).”
Este ultimo punto (el 2), con esa misma escritura, fue el que compartió Elder Robins (anterior Pte del Area sudamerica sur) en una Sacramental hace un año.
Entonces, si bien el Obispo es el Juez y nos puede indicar cuando no debemos participar, también nosotros somos nuestros propios jueces. La forma de saber si debemos participar o no es analizándonos. Si reconocemos que no nos hemos arrepentido (con los pasos que eso lleva) deberíamos no participar ese domingo y comenzar ese arrepentimiento para al siguiente domingo poder participar.
Un “volante” que trae el manual para repartir a los alumnos de la clase:
Cómo prepararnos para tomar la Santa Cena
ATENCIÓN: Este volante puede leerse y analizarse en la clase, pero debe
estudiarse y completarse en privado. La información que se solicita es personal y de carácter privado entre tú y el Señor.
Los siguientes pasajes de las Escrituras nos dicen cómo debemos prepararnos para participar de la Santa Cena. Lee cada pasaje y sigue las instrucciones.
1. 2 Corintios 13:5 (“Examinaos a vosotros mismos. . .”)
a. Haz una lista de tus pecados y tentaciones más graves.
b. Colócalos en una lista por orden de gravedad o dificultad o por el efecto que tienen en tu desarrollo espiritual.
c. Comience por corregir los más graves.
2. 3 Nefi 12:23-24 (Arrepiéntete y “reconcilíate. . .”)
a. Decide si en la lista hay algunas cosas que necesites aclarar con la persona ofendida o con el obispo.
b. Arrepiéntete de los pecados y pídele perdón a nuestro Padre Celestial.
3. Doctrina y Convenios 31:12 (“Ora siempre. . .”)
Comprométete a orar por la mañana y por la noche pidiéndole ayuda para el día e informándole de tu progreso por la noche.
4. Doctrina y Convenios 59:9 (“Ofrecerás tus sacramentos en mi día santo.”)
a. Recibe protección espiritual al participar con regularidad de la Santa Cena.
Haz el convenio de obedecer los mandamientos del Señor.
b. Recibe la compañía del Espíritu Santo para obtener la fortaleza necesaria que te ayudará a vencer las debilidades y el pecado.
Espero aporte, saludos
El fin se acerca!!!, Sebas esta de acuerdo conmigo!!!!
todos tengan cuidado en sus hogares, hoy podria temblar! 😀
Bueno, fuera de bromas, muy buen aporte, deja muchos puntos muy claros al respecto.
Saludos
Epa! epa! en el primer comentario sobre este tema deje en claro que estaba de acuerdo contigo 😛
Con la otra cita quedo claro, pero mientras busco lo de la mano derecha, encuentro sobre este tema. Ahora del manual del Sacerdocio “Procura obtener su palabra”:
¿Cuál considera que sería una preparación adecuada para
participar de la Santa Cena dignamente?
El Salvador les dijo a los nefitas que aquellas personas que
presiden tienen la responsabilidad de no permitir que quienes
no sean dignos participen de la Santa Cena. Sin embargo, la
responsabilidad mayor de determinar su dignidad personal
descansa sobre los hombros de cada individuo.
1 Corintios 11:28-29. ¿Cómo determinamos nuestra propia
dignidad?
Cito la escritura porque es muy buena:
11:26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.
11:27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.
11:28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.
11:29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.
• El participar de la Santa Cena dignamente constituye un
incentivo para que seamos dignos. Quienes participan
dignamente de los emblemas de la Santa Cena, entendiendo el
convenio que hay de por medio, están siguiendo el camino que
les guiará hasta el punto en que nuestro Padre Celestial les dirá:
“Tendréis la vida eterna” (2 Nefi 31:20).
me asombra que lo que tu mencionas Seba, no sea entendido por el común de los miembros, y sea necesario reglamentar y en otros casos sugerir por nuestras autoridades, cosas sencillas, como cuando debo abstenerme de tomar los sacramentos por mí mismo y cuando corresponde a una falta grave que deba conocer mi obispo.
Las escrituras son claras al respecto, DyC no lleva ninguna confusión…
¿Será que tratamos siempre de justificar nuestras transgresiones? o estamos tan alejados de la influencia del Espíritu que nuestras iniquidades nos parecen algo menor?
entiendo entonces que aquello de con cual mano debo tomar la santa cena sea una preocupación
No lo habia visto asi como lo plantas.. es cierto, quizas queramos convencernos de que no podemos autoabstenernos y estamos “excusados” de hacerlo ante faltas leves. Quizas, hasta sea justamente por la misma situacion que el niño del relato, “por verguenza a..”
Creo que seria bueno para la iglesia (y es opinion personal!) que cada uno fuera mas sincero al momento de participar. Ahi se romperia esa “precion social” que hay y progresariamos mucho mas dandonos cuenta de cuanto podriamos haber mejorado en la semana y no lo hicimos… y asi seguimos estancados años y años..
en fin..
No se, que agregar en cuanto a los comentarios que acabo de leer, en realidad son muy interesantes y muchos de ellos tienen razón. Ahora bien quisiera siempre aconsejarles que cuando se de una opinión siempre se tenga una escritura de los libros canónicos de respaldo, para que no pase lo que le paso al hermano, necesitamos comentarios inspirados por el espíritu y el espíritu siempre nos llevara a la verdad. Es obvio que tenemos la libertar para tomar decisiones y es por eso que esta en nosotros siempre la responsabilidad de hacer o no hacer algo, cuando tomar la santa cena? Cuando nos sintamos dignos de tomarla y como saber si lo estamos? Por medio del espíritu y por medio del conocimiento que extraemos de la iglesia, tenemos que hacerle la tarea mas fácil al obispo también, nosotros tenemos que tomar decisiones a lo largo de esta vida y debemos estar preparados para tomarlas, el señor quiere que tengamos esa capacidad, recordemos que queremos ser como El, se deben agotar instancias ,orar , meditar, leer las escrituras etc., son cosas que tenemos que hacer para tomar decisiones, y si sabremos también si tomar la santa cena o no, sabremos si es necesario hablar con el obispo o no, y lo mas importante podremos dirigir nuestra vidas y tomar decisiones correctas no este domingo ni el siguiente sino mas bien toda la vida, pero primero hagamos bien nuestra parte hay esta la clave, estamos acostumbrados a pedirle a DIOS al obispo y que nos soluciones los problemas pero también tenemos que hacer nuestra parte, UD piensan que el consejo de los doce no hace bien su parte antes de preguntarle a nuestro padre que deben hacer, si les digo que si lo hacen. Si no somos capaces de saber si estamos dignos o no quiere decir entonces que no estamos haciendo bien nuestra parte, el espíritu de confusión no es de Dios. UD dirán entonces debemos hacer todo nosotros y para que el obispo? No primero una decisión nuestra con la ayuda del señor, después de haber meditado, orado, escudriñado las escrituras, no hacemos eso toda las semanas o no? Que la influencia del espíritu este con nosotros todas las semanas ese debe ser nuestro deseo, hermanos por eso es que salen opiniones y cosechas de cada uno.
Pues a mi me dijo una autoridad esto “aveces somos muy crueles con nosotros y decidimos no tomar la santa cena.. Hay veces que somos muy suaves con nosotros mismos y pensamos que no es tan grave.. Pero por esta razón es que nosotros vemos tu condición en la que estas y vemos si tomas o no la santa cena” esto lo comparto porque pase por una situación donde mi condición de miembro se vio afectada.. Pero después cada vez que yo sentía que hacia algo mal dejaba de tomarla y el me dijo eso.. Entonces creó que los lideres o autoridades están para ayudarnos y guiarnos por un buen camino.. Tal vez pensaran que como no sabia.. Pero era recién conversa y a los pocos meses me inactive.. Después un amigo me invitó a regresar y tuve esa entrevista gracias a mi líder pude ser mejor llegar al templo y sellarme a mi hija y esposo soy muy feliz