Ok, vamos a dejar a los commies y a los halcones un ratito de lado y vamos a poner un tema un poco mas “peace and love”: Clive Staples Lewis vs Sigmund Freud es un interesantisimo articulo que pude leer en una pagina evangelica y quiero compartir con ustedes.
Me parecio sumamente interesante por que es un ensayo que enfrenta la vida y el pensamiento de dos singulares y poderosos pensadores, cada uno puesto en un lado diferente de las trincheras teologicas. Por un lado, un ex ateo que se convierte al cristianismo y desarrolla uno de los primeros y mas fuertes documentos argumentativos, utilizando la razon, para probar la existencia de Dios. Por otro lado, el ateo y padre de la liberacion psicologica, Sigmund Freud, el cual a pesar de desarrollar toda la teoria psicologica que hace innecesario el rendir cuentas a Dios, termina viviendo una vida bastante mas que conservadora, por decirlo de alguna manera.
Lo que mas me gusta de este articulo, ademas de ser muy interesante, es que muestra tanto el pensamiento como los resultados de vida de dos filosofos completamente diferentes. Actualmente el mundo nos dice que debemos ser libres de ataduras, especialmente las de la religion, y que si nos libramos de ello y dejamos libre nuestro “yo interior”, lograremos la felicidad. Por otro lado, el Cristianismo nos enseña que “la maldad” (es decir, el deseo de la carne), nunca sera la felicidad, lo cual es visto como algo poco realista por el pensamiento comun, en gran parte influido por las ideas Freudianas. Ahora, lo interesante es saber que ocurria con cada uno de estos grandes hombres y como su pensamiento influyo en su vida, lo cual a mi me da una gran orientacion de cual es el fin de uno u otro camino.
Bueno, no les aburro mas, solo les recomiendo el buen texto que copypastee en “leer mas” desde una interesante pagina evangelica los cuales habian copiado desde una pagina catolica (y ahora, aparece en una pagina mormona!)
Artículo: C. S. Lewis y Sigmund Freud: dos gigantes frente a frente
El libro de Armand Nicholi, La cuestión de Dios, confronta a ambos autores: el padre de la psicología moderna y el gran difusor del “mero cristianismo”. (Publicado el 13 de julio de 2005).
En conocimiento del alma y la psique humana, C.S. Lewis no le iba a la zaga a Sigmund Freud. Tanto en teoría como en experiencia práctica.
Famosísimo desde los años 50 en el mundo anglosajón, C. S. Lewis dio el salto a la fama en España en las Navidades de 2005 con la primera película basada en sus cuentos de Crónicas de Narnia. Padres y maestros tendrán que conocerlo, como conocen a J.K. Rowling por suHarry Potter y a J.R.R. Tolkien por El Señor de los Anillos. Pero Lewis se diferencia de estos autores en que ya hace años que circulan con éxito en España sus libros de apologética y de reflexión cultural y literaria. Creemos no equivocarnos al augurar que muy pronto puede ser tan popular en España como en el mundo anglosajón, donde tiene talla de gigante… y donde nadie se escandaliza de que se le ponga en contraste con el mismísimo Sigmund Freud.
Un encuentro improbable
¿Se encontraron alguna vez C. S. Lewis y Freud? El psiquiatra vienés vivió 15 meses en Inglaterra, y quizá pudieron haberse encontrado en 1939. Para entonces, Lewis tenía 40 años y hacía unos 10 que era cristiano, la mayor parte de sus obras más populares aún no estaban publicadas. En cambio, Freud ya tendría 82 años y su fama y obra estaban consolidadas.
Pero si este encuentro no sucedió en vida, Armand Nicholi lo llevó a cabo en el papel, en su libro La cuestión de Dios (en España editado por Rialp), en la que contrapone a Lewis y Freud y sus visiones de la moralidad, la verdad, el amor, el sexo, Dios… Nicholi enseñó sobre Freud unos 30 años en la Universidad de Harvard, y su curso contrastando a Freud y Lewis ha sido siempre muy bien valorado por los estudiantes.
Freud fue al comportamiento humano lo que Darwin a la biología y Marx a la economía, un padre de la sospecha y un gurú del materialismo. Para Nicholi, sin embargo, C. S. Lewis resulta un pensador capaz de contrarrestar los argumentos freudianos. “Cuando Lewis era ateo leyó las obras de Freud y usó sus obras filosóficas como una defensa de su ateísmo; tras su conversión, muchos de los argumentos que respondió eran aquellos mismos que Freud había formulado y que el mismo Lewis había usado como ateo”, explica Nicholi.
Se trata de personas y de sus experiencias
Una clave de este libro es que no trata de argumentos, sino de personas. Como psiquiatra, Nicholi se pregunta por el itinerario, las experiencias vitales que moldearon a ambos pensadores. Sigismund Schlomo Freud fue un niño judío ortodoxo criado por un aya católica, cariñosa, que le fue arrebatada a tierna edad. A los 10 años vio lo que el antisemitismo hacía sufrira su padre, a quien empezó a ver como un cobarde. Siendo adolescente leyó a Feuerbach y su argumento de que “la religión es simplemente la proyección de una necesidad humana, el cumplimiento de deseos profundamente asentados”. Según Nicholi, pasó el resto de su vida enlazando las heridas emocionales de su relación con su padre con las implicaciones de la idea de Feuerbach.
A su vez, “Jack” Lewis era un irlandés del norte, avergonzado por los sermones llorosos y emocionales de su padre. A los 9 años, cuando murió su madre, Lewis y su hermano fueron enviados por el padre, ya siempre triste, a un internado dirigido por un sádico. Siendo joven vio los horrores de las trincheras en la Primera Guerra Mundial y allí perdió su mejor amigo. Su infancia dura lo alejó de Dios y en su adolescencia adoptó un ateísmo beligerante. Intelectual, introspectivo, crítico con los demás, tendiente a la depresión, pesimista y hostil a la autoridad, el Lewis pre-cristiano se parecía mucho a Freud.
Pero al pasar de los años encontramos un Lewis creyente y feliz, sin necesidad de méritos humanos (rechazó la Orden del Imperio Británico, condecoración que aceptó, por ejemplo, su amigo Tolkien… pese a ser igual de crítico con el Imperio). Mientras tanto, el Freud anciano es un hombre agrio, que ve a sus antiguos discípulos como enemigos, y molesto porque no recibe condecoraciones como el Premio Nobel, que cree merecer.
El escritor de fantasías, un realista
Los argumentos sobre el significado del sexo, el amor, el sufrimiento y la vida, siempre tienen que ver con nuestra propia experiencia. Freud, que luchaba contra la religión que le parecía una ilusión, aparece en el libro como un buscador de sentido y aceptación, pero siempre cegado y distraído. Lewis, autor de cuentos para niños y fantasías, aparece como un hombre realista, con gran capacidad para analizarse y entenderse a sí mismo.
Resulta curiosa su relación con el sexo. Freud, el “padre de la liberación sexual”, no se casó hasta los 30 años y vivió una perfecta abstinencia durante todo un noviazgo de 4 años. Ya casado, fue siempre fiel a su mujer y había temporadas en que el matrimonio Freud se abstenía de mantener relaciones. Por el contrario, Lewis insistirá como cristiano siempre en la necesidad de controlar los apetitos; ya antes de su conversión era consciente de dejarse llevar por la lujuria y la ira y en “Sorprendido por la alegría” explica que cometió todos los pecados menos la homosexualidad y el juego, por los que nunca se sintió tentado. Su conversión le aportó serenidad y se casó a los 50; el matrimonio fue tremendamente romántico y emotivo, también en lo sexual. “Parecíamos una pareja de luna de miel con 20 años”, escribiría muy contenta su mujer.
El trabajo y la felicidad
Ambos fueron muy trabajadores y escritores prolíficos. Freud siempre quiso ser famoso, y ya con 17 años dijo a un amigo que guardase las cartas que Freud escribía, que algún día serían cartas de una persona importante. El joven Lewis también escribía pensando en llegar a la fama, pero tras su conversión le parecía que querer ser famoso como escritor era una falta grave. Descubrió que si se concentraba en escribir despreciando el reconocimiento obtenía buenos escritos y, sin esforzarse, también reconocimientos inesperados. Por otra parte, nunca dudó en poner su fama al servicio de otros amigos. Así, El Señor de los Anillos de Tolkien se benefició de las buenas críticas y recomendaciones públicas de Lewis que ayudaron a las ventas de la nueva, gorda y extraña novela de su amigo de Oxford.
En cuanto a vivir la felicidad, los contrastes entre ambos son grandes. El joven Freud, en sus años veinte, afrontaba depresiones consumiendo cocaína. Relacionó siempre felicidad con placer y placer con gratificación instantánea. Como ésta siempre es limitada, dedujo que no es propio del ser humano vivir feliz, aunque no fue infeliz con su matrimonio y sus hijos. Lewis, por su parte, tras una juventud pesimista y desesperanzada, cambió con su conversión. Toda su autobiografía se centra en su descubrimiento de la “alegría”, del “gozo”. Dijo que la mitad de su felicidad venía de sus amigos (muchos, a los que atendía, perseguía y reunía en grupos literarios como los Inklings). La otra mitad consistía en disfrutar con placeres sencillos (pasear, leer, desayunar, charlar) a partir de su renovada relación de agradecimiento con el Creador.
Sin duda, la ciencia de Freud y sus discípulos ha cambiado nuestro siglo XX y también parte del XXI, pero sólo ahora, en el mundo anglosajón y también en el hispano, estamos viendo cuál va a ser la influencia a medio y largo plazo del legado y pensamiento de C.S. Lewis… y las películas y novelas de las Crónicas de Narnia no vana ser el menor. La cuestión de Dios, de Armand Nicholi, ahora que ya circula en español, también aportará su (gran) granito de arena.
http://padrenuestro.net/blogs_cristianos/?p=50187
interesante articulo, grasias
Estuvo muy interesante el artículo. Pero quería hacerte un comentario que no tiene nada que ver con el tema. Escuchó en formato mp3 y no se sí está igual en video el último msj del Pte. Monson en la conferencia gral. De octubre habla sobre la gratitud. Bueno la cuestión es que cuando comienza la traducción los intérpretes (no se quienes son esos hermanos) empiezan a reírse y llega un momento en que no se entiende el msj. y me pareció una falta de respeto para el Señor y más aún sí estaba hablando el profeta. Bueno es sólo una descarga, que sí tenés algún comentario del tema te agradecería que me lo agas saber. Gracias.
No sería la primera vez que sucede… repetidas veces los traductores se quedan en blanco y no se entiende mucho… en fin… Estoy de acuerdo contigo, aunque no tenga nada que ver con el artículo xD
Yo viendola en casa note exactamente lo mismo, fue algo desagradable ver que pasaba eso… primera vez k es tan notorio, incluso cambiaron 3 veces de interprete.
ME parece notorio que en el libro de “el viajero del Alba” Hace mención a los parientes negativos de los niños de Narnia, como una familia que usa ropa especial y que no beben café (si mal no recuerdo). Me pareció notorio el detalle amargo, malévolo y egoista que le da a dichas personas. Obviamente de inmediato pensé que se referia a los “mormones”.
Alguien sabe algo respecto a esta incidencia (que yo relaciono con nosotros los mormones)? digo pura curiosidad y me preguntaba si alguien mas lo habría notado.
Saludos desde tierra azteca
http://www.mormontimes.com/article/9326/What-CS-Lewis-thought-about-Mormons
Gracias por la info Admin, la estuve buscando durante mucho tiempo! :woot: Saludos!!