TEGUCIGALPA (via Nahum Ortiz).- Después de estar secuestrado por 44 días, el miércoles por la noche fue liberado por sus captores el estudiante Josué David Flores Méndez, alumno del instituto Renacimiento de la capital.
Josué David en ningún momento perdió su alegría y agradece el buen trato que le dieron. ”Hasta parece que no estaba secuestrado”, dijo.
Los secuestradores lo mandaron a su casa a bordo de un taxi para que llegara seguro.
Al tocar el timbre de la casa no creíamos que era mi hijo, indicó su padre.
Sus familiares catalogaron la acción de los secuestradores como un milagro de Dios, ya que las oraciones y el mensaje publicado en DIARIO LA TRIBUNA el día de su liberación, les tocó el corazón.
Josué David, en compañía de sus familiares visitaron la sala de redacción de LA TRIBUNA en agradecimiento a la campaña realizada en pro de su liberación.

LO ÚNICO ES DARLE GRACIAS A DIOS
Lo único que puedo hacer es darle gracias a Dios por haberme puesto en las manos de esas personas que desde el primer momento que me agarraron me trataron muy bien.
Ellos en ningún momento quisieron golpearme o algo parecido, quisieron que eso (el secuestro) no fuera pesadilla para mí, porque se portaron muy bien conmigo, por eso le doy gracias a Dios y a ellos por lo que han hecho conmigo.
Fueron 44 días que créanme que ellos me trataron tan bien que había momentos en que a mí se me olvidaba que estaba secuestrado, me tenían muy bien, sólo puedo darles gracias a ellos y a Dios.
“Yo no siento absolutamente ni un poquito de rencor hacia ellos, lo único que les deseo es que Dios los bendiga y les aconsejo que si pueden alejarse de esas actividades, que lo hagan y busquen el camino de Dios que es lo único que los ayudará, porque no es bueno estar en esas cosas”.
Ellos no son malas personas, la alimentación y el aseo personal nunca me hizo falta, era similar a que estuviera en mi casa solamente que sin la compañía de mi familia.
Josué David llegó a LA TRIBUNA acompañado de su novia, atrás uno de sus familiares.
Extrañaba a mi familia, porque no sabía cómo se encontraban, eso sí me preocupaba, pero la confianza que yo tenía en Dios es que yo iba a regresar a mi casa y que todo terminaría muy bien.
La verdad que no tengo palabras para agradecerles a todas las personas que oraron por mí y que apoyaron principalmente a mi familia en esos momentos tan difíciles.

“NO VOY A PODER PAGARLES”
Nunca voy a poder pagarles lo que han hecho por mí, a esas personas las quiero mucho, les doy gracias por estar siempre con nosotros.
Tengo la impresión sinceramente de que mis captores no cometieron el secuestro por maldad, siento que lo hicieron por pura necesidad, por eso los aconsejo que se acerquen a Dios, porque es el único en quien podemos confiar y contamos siempre con él en cualquier dificultad.
Siento que he nacido nuevamente al estar con mi familia y demás seres queridos, amigos y compañeros, todavía no caigo en la razón que estoy otra vez con ellos.
Los compañeros del colegio y maestros ayer le prepararon una fiesta a Josué David, quien en compañía de su familia disfrutó del convivio, también fue realizada una misa de acción de gracias.
Josué David indicó que sus captores compraban todas las mañanas el Diario LA TRIBUNA para informarse del acontecer nacional e internacional y al leer la nota referente al secuestro, posiblemente fueron conmovidos para dejarlo en libertad.
El secuestro de Josué David ocurrió a las 6:40 de la mañana del 8 de septiembre pasado, frente al Instituto Renacimiento de la colonia Mayangle de la capital, precisamente al momento que se encaminaba a su centro de estudios, donde realiza el último año de comercio.
El padre de Josué David, Daniel Flores.

El padre de Josué David, Daniel Flores.
El joven se está preparando para servir como misionero a tiempo completo en la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones).

AGRADECIMIENTO
Daniel Flores, padre de Josué David, agradeció infinitivamente a todas las personas que les ayudaron con las oraciones, entre ellas amigos, vecinos, clientes, iglesias, institutos y a todos los que contribuyeron aunque sea con un lempira, a todos mil gracias, que Dios los bendiga y les multiplique esas muestras para con sus seres queridos.
“Fueron miles de llamadas telefónicas que recibimos de parte de los amigos y otras personas para solidarizarse con nosotros”, indicó Flores.
El día de la liberación de Josué David, LA TRIBUNA había publicado una nota, donde su familia exhortaba a los captores del joven a que se lo devolvieran al seno de su hogar.
“La experiencia para nosotros ha sido muy dura, a la vez gratificante porque nos ha enseñado mucho, sobre todo acercarnos más a Dios y tener más fe en él, Jesucristo nos enseña a amar a todas las personas”.
“Por eso siempre orábamos por nuestro hijo y sus secuestradores, le pedíamos a nuestro Padre Celestial por la liberación de Josué David y lo increíble es que Dios contesta las oraciones y estas personas que lo tenían, lo trataron tan bien que se convirtieron en sus ángeles de la guarda”, concluyó Daniel Flores.