Aunque el 31 de octubre por la noche es solamente sinónimo de Halloween para muchos, resulta una fecha mucho más relevante cuando recordamos que según la tradición fue un 31 de octubre cuando el fraile católico Martin Lutero clavó en la puerta de una Iglesia alemana las 95 tesis e invitó a debatirlas. Si las cosas ya no andaban bien entre Lutero y el papado este fue el punto de inflexión. Para muchos es el comienzo de la reforma protestante.
Como Santos de los Últimos Días, teniendo claro que no somos parte ni del catolicismo ni del mundo protestante, si somos abiertos a entender que este proceso de reforma es la antesala para el proceso de restauración. Y que hombres como Martin Lutero fueron inspirados a buscar vivir mejor las enseñanzas de Cristo. Si bien hay aspectos en los que no nos parecemos en nada a los protestantes, en mi opinión estos representaron un gran aporte en otros, este artículo no busca hacer una comparación completa de las luces y sombras del protestantismo o la vertiente que nos es más familiar en América latina “los evangélicos o evangelistas” pero si desarrollar algunos puntos generales que pueden resultar de nuestro interés. Y es que la reforma protestante no se reduce solamente a un cambio de paradigma en el ámbito religioso de la época sino que también resulta tener consecuencias en amplios aspectos que van desde la concepción de persona y su relación con quienes le rodean, el sistema político y hasta las prácticas económicas según algunos.
Un protestante español señala: “Las tres columnas básicas de la Reforma son: Solo la fe, solo la Gracia, y solo la Escritura. Mediante estos tres principios se trata de enfatizar que la salvación es un regalo de Dios que se obtiene por la fe. La autoridad única de la Iglesia está basada en la Palabra de Dios. Ella es nuestra única norma de fe y conducta y a sus principios debemos ajustar toda nuestra vida y acciones”. De lo anterior y del desarrollo del movimiento protestante podemos entender y comprender aspectos muy positivos como su pluralismo pero también su natural fragmentación, como alguien señalará el mundo protestante es por naturaleza libertario en el sentido que no aceptan una voz única a diferencia de lo que sucede en nuestra Iglesia o en la misma Iglesia Católica. Esto permitió que en Europa luego de la reforma se desarrollarán conceptos como la tolerancia al tener que comenzar a convivir con sociedades donde no todos eran católicos, al no tener una autoridad incuestionable en el ámbito religioso como lo fue el Papa durante mucho tiempo, también se comenzó a cuestionar la autoridad temporal (reyes y emperadores) y aunque van a tener que pasar muchos años y muchas vidas para llegar a conceptos como la democracia, soberanía y respeto. En gran medida la reforma es parte del primer empujón para que eso se produzca.
Entonces, ¿Cómo se relaciona esto con la Restauración?, bueno, si bien Estados Unidos resulta ser una sociedad lo suficientemente abierta y libre a la época de José Smith para que la restauración pueda desarrollarse (no sin oposición claro, pero mucho más abierta que cualquier otra sociedad de la época). Los conceptos que permiten que se genere una sociedad de ese tipo no surgieron en América del norte sino que surgen en Europa y se van desarrollando a partir de la reforma (1517). El Elder Ballard señaló hace algún tiempo: Mucho les debemos a los valientes mártires y reformadores como Martín Lutero, John Calvin y John Huss, quienes exigieron la libertad para adorar y el acceso común a los libros sagrados”.
La otra línea que olvidaron
Los protestantes sin duda son un gran aporte al desarrollo y respeto de la libertad religiosa, sin embargo, la negación de cualquier autoridad o intermediario frente a Dios, hace que separemos aguas de su pensamiento y manera de creer. Tal como señaló en la última Conferencia Elder Oaks hay dos líneas de comunicación, la personal a través de la oración y las respuestas del Espíritu Santo y la que tiene que ver con el sacerdocio siendo Jesucristo mismo ejemplo real y más importante de la segunda línea. No solo basta con creer en Dios y seguirle de “mi manera sincera” y “mi interpretación sincera de las Escrituras”. Las consecuencias a mi juicio de la exaltación equivocada de la lógica protestante son el individualismo y la negación de la religión y los ritos como forma de unión. En otras palabras es tan amplio el camino que se abre bajo esta interpretación que el mismo cristianismo pierde su identidad. Los procesos que han vivido las Iglesias protestantes Europas en este último tiempo son muestra de este punto. Aunque en la Latinoamérica, la vertiente protestante es mucho más conservadora y tradicional. No está exenta del exceso de fragmentación e individualismo. Lo que finalmente conduce a una desvalorización de la Iglesia y de las ordenanzas.
La condición particular del mormonismo
Luego de este breve análisis no pido que todos estén de acuerdo, tampoco en lo que voy a señalar ahora pero sí que sea materia de reflexión. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días está en una posición muy particular, me llama profundamente la atención que en una sociedad como la estadounidense que se destaca por exaltar conceptos como la libertad y la individualidad. Surgiese un movimiento como la Iglesia que vuelve a valores como la unidad, la comunidad de santos, valorando la libertad personal pero con una organización divina unida y vertical. Sin duda, es una obra grande y maravillosa y para algunas será una obra grande y espantosa. Pero su desarrollo es muy particular y no tiene que ver sólo con las tendencias intelectuales de los tiempos sino con una fuerza propia o diciéndolo de una manera más piadosa la mano del Señor se extendió de una manera poderosa al restaurar su Iglesia.
PD: Himno 32 “Baluarte firme es nuestro Dios”
cuantas verdades en un articulo tan resumido como este,muchas felicidades por tu contribucion al conocimiento y entendimiento de los que seguimos este blog… muchas bendiciones querido hermano!!!
Muy interesante y muy cierto el articulo, personalmente siempre me ha llamado la atencion los reformadores, especialmente Lutero. Admiro ese coraje y esa conviccion para defender una idea, una causa que se considera justa ante esa “todopoderosa” figura del papa y la tiranica organizacion catolica de la epoca, para eso si que se necesitaba una valentia historica, que sin duda vino de la inspiracion divina, lamentablemente me he dado cuenta que la gran mayoria de los miembros de la Iglesia que conozco, poco o nada saben de Lutero y la reforma y lo importante que esta fue en la historia ,la sociedad y especialmente en la preparacion para la restauracion del Evangelio.
Afortunadamente los lideres de la Iglesia han expresado ese agradecimiento y esa importancia de los reformadores en algunos discursos de conferencias.
No vendria nada mal un repaso de historia, una leidita sobre estos temas y asi comprender mejor el movimiento protestante y sus inicios y de pasadita comprender y alimentar el testimonio de la restauracion
En el libro nuestra búsqueda de la felicidad de Elder Holland habla de la función de Lutero y de los reformadores como parte de la preparación de Nuestro Padre para la restauración del evangelio y que definitivamente fueron personas inspiradas para dicho propósito y yo concuerdo con ese punto de vista, se imaginan la restauración durante plena edad media?.