J. Reuben Clark, a pesar de ser considerado una de las mentes mas brillantes de su tiempo, llego a ser una de las personas mas tolerantes y a la vez mas prudentes en sus juicios.
Debido a su rechazo a los puntos estrechos o dogmáticos religiosos, Reuben llego a tolerar las opiniones de algunos con los cuales muchos otros podrian estar en desacuerdo. Algunos años antes de que el mismo fuese llamado a altos cargos de liderismo en la Iglesia, el aconsejo a su hijo que partía a la misión con las siguientes palabras: “La filosofía del evangelio es tan profunda y tiene tantas caras, y sus verdades son de tan largo alcance, que nunca es algo seguro el dogmatizar [ideas], ni siquiera acerca de los principios mas fundamentales, como puede ser la fe”. Ya como autoridad general, el aconsejo a los miembros de la Iglesia “No debemos, por tanto, desanimarnos cuando alguen ve una revelacion desde un punto de vista diferente al que nosotros lo vemos. Tenemos derecho a tener nuestra opinion, las otras personas tienen derecho a tener su opinion, pero la revelación se mantendrá hasta que Dios la cambie de la forma habitual”.
A jovenes misioneros tentados a dar respuestas finales a preguntas doctrinales obscuras y sin importancia, el aconsejo a responder simplemente con “Yo no se”. El mismo siguió su propio consejo. Cuando un guia de la manzana del templo queria “saber cuando el espiritu entraba en el cuerpo o cuando el feto tenia un espiritu”, el presidente Clark simplemente le respondio con que eso era un misterio. Cuando otro miembro le pregunto acerca del destino de los “hijos de perdicion”, el meramente observo que el estaba tratando “de no llegar a ser nunca uno de ellos”. Con buen humor y con enfasis en la importancia de la fe simple, el evitaba las especulaciones doctrinales que otros se sentian compelidos a defender o luchar en contra.
Cuando el apostol Harold B. Lee le pregunto acerca de si existia el don del espiritu santo en los dias de adan, el presidente Clark simplemente dijo el no sabia eso. El dio la misma respuesta cuando un miembro de la iglesia le pregunto si las personas amputadas serian resucitadas con sus miembros totalmente restaurados, a lo cual agrego “y no se a quien se podria dirigir para obtener una respuesta”. Aparentemente el prefirio no remitir a este miembro a la muy directa respuesta dada por el apostol Joseph Fielding Smith cinco años antes en una revista de la Iglesia y que posteriormente habia sido publicado por el 70 Bruce R. McConkie con uno de sus volumenes de “Doctrina de Salvacion”. Aun cuando los hijos de elder Clark afirman que ambos [JFSmith] pensaban similar en muchas cosas, estos dos lideres se enfrentaron en un par de ocasiones sobre el tema del dogmatismo doctrinal.
Continue reading »
Ultimos Comentarios