Como se habrán dado cuenta quienes por lo general leen este blog, de vez en cuando no estoy de acuerdo con algunas ideas u opiniones que son tomadas por la mayoria como “la verdad” en la Iglesia y que inclusive, en no pocas ocasiones, son sostenidas o presentadas por viejos y muy respetados lideres de la Iglesia.
De todas formas, por lo general, el “punto de vista diferente del dia” se trata acerca de temas doctrinales que para mi son verdaderamente periféricos en el evangelio y que para mi, al fin y al cabo, “no son necesarios para la salvación”. Exceptuando un par de cosas muy muy puntuales, por lo general en los temas que veo como importantes, los lideres, casi sin ninguna excepción, son fuertes, veraces y les apoyo y entiendo de todo corazón y no tengo ningún cuidado cuando tengo que seguirlas. Casi siempre, cuando tengo alguna duda en algo que me pareció raro de entender, una segunda lectura mas cuidadosa me saca de la confusión.
Sin embargo con los lideres locales o de “nivel medio”, a veces un poco mas cuidadoso. Creo que en el curso de la historia de la Iglesia en mas que varias ocasiones lideres locales o de área han interpretado mal las palabras de los lideres de la Iglesia (apóstoles y profetas) y se han transformado en “mas papistas que el papa” lo que ha hecho predicar terribles ideas como “la verdad”, o por lo menos, como una verdad incompleta, lo cual daba el potencial para tener terribles consecuencias.
Uno de aquellos ejemplos, uno de las ideas mas terribles que conocí fue cuando estaba saliendo de mi niñez 20 años atrás, estaba la idea del “matrimonio a toda costa”. Estoy seguro que aun quedan viejos lideres que propagan esa idea pero por suerte creo que su influencia se ha visto notablemente reducida, a lo que fue 10 o 20 años atrás.
Recuerdo que en aquel tiempo muchos lideres locales abogaban fuertemente entre los jóvenes adultos solteros de la necesidad imperiosa de casarse lo antes posible y que prácticamente lo único vital era el ser dignos para poder casarse en el templo, ideas como “No importa con quien si no cuando” eran predicadas y miradas con fervor, lo demás no importaba, si un hombre y una mujer eran dignos, entonces las cosas iban a funcionar “por gracia divina”. De hecho, después se entraba a un circulo tremendo de cosas mas terribles. Si los jóvenes, excelentes jóvenes, hacían caso y por fe llegaban y se casaban luego de un par de semanas de conocerse, entonces esos lideres comenzaban con la presión para tener hijos de inmediato (que para eso uno se casa), y luego mas y mas hijos, los resultados los vi en mi pequeño pueblo en las vidas de jóvenes que quería y admiraba mucho.
Recuerdo varios de esos jóvenes, yo estaba recién en HHJJ y ellos ya llegaban de la misión y ellas estaban esperando su “Misionero Retornado”. Debido a que prácticamente toda mi vida, desde muy muy niño, estuve en el mismo barrio (el cual era como mi familia) les conocia a todos ellos desde la primaria. Todos nos alegrábamos cuando ellos cumplían “El Plan”: Terminaban la secundaria, se iban a la misión a los 19, volvían, al par de meses conocían a alguien, otro par de meses y se casaban, 9 meses después tenían hijos. Por lo general sus padres también eran lideres de barrio o estaca, así que todos felices ayudando, total “con fe todo se puede”. Ninguna entrevista preguntando “usted ama a esa mujer u hombre?”, nadie consideraba que quizás seria una buena idea, terminar los estudios primero o por lo menos organizarse para que pudiesen finalizarlos, el tema económico, nunca debía ser un “impedimento para un sacerdote de fe”. La mayor parte de ellos comenzaban su vida matrimonial en casa de sus padres, encontraban algún trabajillo con otros amigos o miembros de la Iglesia, seguían adelante con sus llamamientos, todos felices…. hasta un par de años mas.
Ojala la vida fuese tan fácil, ojala que en hispanoamerica hubiesen habido tantas oportunidades como en EEUU. La verdad, exceptuando algunos casos, por lo general no era así. Muchos de esos amigos, buenos jóvenes, de verdad, les admiraba tanto, a los años, con un par de hijos, sin haber conocido lo suficiente a la persona con la que se casaron, sin tener estudios o esperando el milagro de terminarlos mientras criaban una familia, se veían sobrepasados frente a tantas exigencias a una edad tan joven….
No quiero que me mal interpreten. No quiero en ningún instante señalar que no halla que ser dignos para el matrimonio ni que este no es importante. Cada discurso de las autoridades generales, señalan encarecidamente la importancia de estas cosas, sin embargo, al “bajar” el mensaje, los lideres locales (e instituto, para que negarlo) se quedaban solo con esos conceptos y obviaban o simplemente mal entendían quitando otros conceptos igualmente importantes.
Como se puede pensar que lo único necesario para una pareja era “ser dignos” y “amar a Dios”?. Donde esta el amor, el enamoramiento, las cosquillas en el estomago, el sentirse loco de amor por un hombre o una mujer?. Tampoco digo que esto es lo único, pero no podía ser olvidada ni una cosa, la otra, ni muchas otras cosas mas.
El presidente Hinckley enseñaba eso mismo. En la conferencia de abril de 1998 (liahona de Junio, pagina 53) enseñaba a los jóvenes en la sesión del sacerdocio que debíamos “ser dignos de la joven con la cual se van a casar algún día”. En ese discurso enfocado en la dignidad el habla de este concepto enlazándolo con la palabra de sabiduría, la pornografía, el ser fieles, etc, pero también con la formación académica, los estudios como “la clave de la oportunidad económica” dado que la principal obligación que tendremos “sera mantener a sus familias” y con conceptos de amor y enamoramiento. Que terrible es leer esto tan claro del presidente Hinckley y que los lideres no enseñaron en forma completa a aquella generación de los 80s y los 90s.
El presidente Hinckley recalca en ese discurso en muchas ocasiones en el discurso el rol primordial del Amor. Debemos ser dignos, siempre, sobre todo para nuestra futura compañera, pero la dignidad era mucho mas amplio que pasar la entrevista de recomendación del templo y en ningún caso lo toma como que es lo único que aseguraría un matrimonio.
El presidente Hinckley dice “Escojan con cuidado y prudencia. La joven con la cual vayan a casarse sera de ustedes para siempre”. Que diferente a ese terrible mantra de “no importan con quien, mientras sean dignos, mientras sea lo antes posible” que era enseñado en capillas e institutos. El presidente continua “Mis queridos jóvenes, es posible que no piensen seriamente en eso ahora, pero llegara el momento en que se enamoraran. Esto ocupara todos sus pensamientos y sera el elemento principal de sus sueños…. Jóvenes, ahora es el momento de prepararse para el futuro. Y, para la mayoría de ustedes, en ese futuro se encuentra una hermosa joven cuyo deseo mas grande es el de unirse con ustedes en una relación eterna y duradera”.
Cuan diferente hubiese sido la historia de mis amigos, cuantos de ellos ya divorciados, fuera de la Iglesia, si les hubiesen dado tiempo para tomarse la decisión mas importante de sus vidas con calma. No deja de ser irónico todo lo que creemos y enseñamos acerca de la “Eternidad” de la vida, frente al poco tiempo que algunas personas predican o toman para realizar el primer y mas importante paso de esta Eternidad.
Por suerte, siento que una buena parte de los lideres y miembros de la Iglesia, de una forma dolorosa ya que muchos de ellos eran los padres de esos mismos jóvenes, se dieron cuenta de esas terribles ideas que provocaron la falta de comprensión completa de los mensajes de nuestros lideres (o en su defecto, su enfoque solo en algunos puntos). Recuerdo que cuando estuve de novio, ademas de los habituales y buenos consejos, por lo menos yo no sentí ninguna presión de ningún tipo y el tiempo paso hermosa y tranquilamente mientras conocía a Barbara, ella me conocía a mi, y crecieron los sentimientos para estar juntos por siempre. De vez en cuando, en devocionales para adultos solteros, escuchábamos a los discursantes y aunque siempre entusiastas con el matrimonio, tenían una posición mas centrada en la mayor parte de las ocasiones. Sin embargo cuando escuchaba esos mensajes muchas veces me ponía a pensar en toda aquella generación que resulto altamente dañada durante la terrible época de la idea del matrimonio a toda costa. En mi opinión, de vez en cuando, hay gente que no entiende bien algunos mensajes de los AG y se enfrasca unicamente en algunos tópicos importantes olvidando muchos otros igualmente primordiales, sin embargo no recuerdo a la rápida un tópico que halla causado daños como lo fue aquel, el del “matrimonio a toda costa” y que “lo único necesario era la dignidad personal”, todo lo demás, vendría por añadidura….
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